Para saber qué sectores económicos españoles van en caída libre, basta con preguntarse qué recorta una persona normal cuando no dispone de los recursos habituales o, incluso, cuando teme en un futuro no poder disponer de esos ingresos. Obviamente, lo prescindible: allí está la publicidad (hundimiento de la prensa), no renueva el coche (ídem con la industria del motor), no compra una vivienda nueva (crisis del ladrillo), no renueva su mobiliario (crisis del mueble), y recorta de las vacaciones, yendo a un destino más cercano o, si la disponibilidad es muy, muy baja, 'disfrutando' de la gran ciudad en verano.
Por lo tanto, el turismo emisor, el que se basa en el viajero español, va a pasar un mal verano. Si, encima, es el sexto año de crisis, si ya muchos han visto desaparecer los últimos ahorros, si más y más gente ve muy cerca el cierre de su empresa, entonces son normalísimos los infinitos indicios de que las ventas vacacionales van fatal. Entonces se explica que una semana todo incluido en el Caribe salga a 700 euros, el precio de coste que al menos permite ocupar el avión que tenemos contratado.
En este contexto, ¿cómo vamos a criticar a quienes, desesperados, intentan huidas hacia adelante? Perdidos, está bien que prueben a ver si dinamizar el mercado de alguna manera; si ya tienen el futuro negro, ¿qué puede importar una aventura a ver si funciona? Lo peor no será peor, por supuesto.
Así, pues, el turismo emisor español está viviendo tres meses cruciales, tras los cuales vamos a ver un incremento de la actividad de los administradores judiciales nombrados para resolver concursos de acreedores. Si muchos habían sobrevivido recortando de aquí y de allí, si se habían comido las reservas, si habían bajado la plantilla al mínimo, ahora sí afrontan el suelo, tras lo cual únicamente queda el más lamentable vacío. Será un otoño caliente, pero en los juzgados. Todo comprensible, pero no por ello menos doloroso.
Una solución de cajon para el País importador de capitales de 45 Mill de turistas y residentes extranjeros era potenciar eso que vendieron de la " marca España" , las infraestructuras, las calidades, etc.
Que pena que haya que mirar para otro lado y dejar que BA expolie a IB y la T-4 no vaya a ser que " molestemos" mientras nos roban.
Mejor aumentar la estadística de ruina y pobreza para que se llévenla riqueza afuera otros, esperemos que por lo menos nos dejen " atraer" puestos de trabajao " low cost" en el mercado " low cost" de las migajas.
Con estos Gobernantes vamos a pasar más que vergüenza !
Señor Amador:
Cuando Vd. dice "qué puede importar una aventura a ver si funciona"??? tiene en cuenta las consecuencias con proveedores o da por hecho que éstos deben renunciar ya de antemano a cobrar los servicios de estas aventuras.
El dumping ha sido la gran lacra del sector, no hacen falta departamentos de marketing y grandes campañas, sólo gente sin escrúpulos dispuestos a coger la pasta y echar a correr... nos sobran los ejemplos
Larga noche del emisor
Con los datos del primer cuatrimestre del 2013 en la mano, las cifras cantan. Desde que se pinchó la burbuja del ladrillo que hizo que los viajes al extranjero se cubrieran de supuesto "glamour" en el año de gracia de 2007, los pagos de los españoles en el extranjero se han desplomado en más de 20 puntos, concretamente el 21,63%...Leer más:
http://www.viajesdreamberry.com/2013/07/larga-noche-para-el-emisor.html