Paulino Rivero, el presidente de Canarias, no para de clamar en favor de que Aena siga siendo pública. Para él, nos vamos a arrepentir si esta empresa se llegara a privatizar, porque no estamos respetando el servicio público. Por lo tanto, se opone radicalmente a lo que él llama un intento del Gobierno de hacer caja con Aena.
Rivero, como Canarias y también Baleares, tienen razón en que no se puede privatizar el sistema monopolístico de transportes y entregárselo a un operador privado con el mismo régimen. En la Península, eso podría solucionarse si una parte de la red se adjudica a operadores diferentes, para que entre ellos se pueda producir la competencia y, por lo tanto, evitar que los precios se disparen. Pero en las islas el problema no tiene solución: dar Gando a una empresa significa que pueda cobrar lo que quiera, sin que el viajero pueda irse a otro aeropuerto. Por lo tanto, este asunto requiere de mucho cuidado.
Pero tampoco hemos de irnos al otro extremo, en el que se tienen que seguir pagando salarios de 200 mil euros a un controlador, simplemente porque el político de turno no tiene agallas para plantarse, ni se puede consentir la espectacular ineficiencia de Aena a nivel operativa, pese a tener plantillas sobredimensionadas, con un régimen de compras que es más sospechoso que un mono cuidando un platanar.
Pero esto no se arregla como pretende Rivero, cediendo los aeropuertos a su gobierno regional, para que pueda ganar las elecciones muchos años. Esto se resuelve fijando precios máximos y estableciendo un régimen de subvenciones para el operador que se quede con el aeropuerto, y sometiendo esta oferta a una puja pública. El Gobierno siempre es responsable de los aeropuertos, porque siempre es el que legisla. Y siempre tiene el poder de establecer el régimen jurídico.
Yo no quiero ser ingenuo y sé perfectamente que en España, si el poder público convoca un concurso de este tipo, por razones que nos podemos imaginar perfectamente, en lugar de ser él quien fija las condiciones, recibe las instrucciones del futuro adjudicatario privado. O sea que nuestro destino es o ser chantajeados por los sindicatos o por los empresarios que financian a los partidos. Triste.
Una súplica: Por favor,por favor,no dejen que caiga en manos de NINGUNA comunidad autónoma un servicio público tan delicado como lo es éste.
El que ha escrito este artículo es un analfabeto en el tema. Por favor antes de opinar informate. AENA aeropuertos no tiene nada que ver en que un controlador gane 200.000 euros. Las plantillas sobredimensionada es en la que estes tu, por que un indocumentado como tu sobra en cualquier sitio. Seguro que tu papá te enchufa rapido en otro lado.
La gestión les importa un pimiento. Los políticos nombrarán a sus amigos como gestores y estos después a devolverles los favores. Ejemplo : los presidentes de las antiguas Cajas de Ahorro. Después de expoliadas y quebradas ahora salen a la luz los favores de sus gestores políticos. Admito que el sistema actual tampoco es válido, pues los gestores tomas decisiones erróneas al no ver más allá de su oficina con aire acondicionado. No se preocupan ni por los usuarios ni por los que realmente sacan el trabajo en los aeropuertos. Y esta combinación de gestión errónea acabará mal como acabaron las Cajas de Ahorro. Ya pagaremos. Saludos.
Puedes defender lo indefendible, sin faltar a la gente y sin confundir. Aena tuvo toda su historia a los controladores en su ámbito. Y fueron las presiones bien conocidas de los sindicatos, amarillos o de clase, los que lograron esos salarios ver-gon-zo-sos. Ahora Aena se ha dividido en dos sociedades que tanto da, porque sigue siendo la voz del mismo ministerio. Hombre, llamar analfabeto a quien dice la verdad explica cómo son los defensores de lo público en este país.
No creo que el artículo esté mal. Aena, como empresa pública y desde los tiempos de Felipe Gonzalez, puso siempre en primer lugar a los controladores. Pero siendo esos sueldos desorbitados y en condiciones dudosas, lo cierto es que la empresa ha estado mal gestionada. Profesionales sin reconocimiento, las palmaditas en la espalda no me sirven, a los perros también se les da palmaditas. Gestores que se han ido de rositas, un servicio público privatizado y a lo mejor es bueno, como lo de las eléctricas Porque, pagamos menos por la luz, ¿no?. Los políticos, la de Fomento es médico, que tiene que saber mucho de aeronautica, son gestores políticos. Las plantillas no están sobredimensionadas, en la mayor parte de los casos están mal repartidas, gestionadas y descontroladas.