Ryanair, con problemas

He escuchado la presentación del avance de los datos económicos de este año de Ryanair, explicados por su inefable CEO, Michael O'Leary. El responsable de la primera aerolínea europea reconoce que no tiene garantías de que el año vaya a acabar tan bien como ellos pensaban, porque las presiones sobre los precios son intensas, porque las incertidumbres son abundantes. Los medios de comunicación, Preferente entre ellos, se han hecho eco de la advertencia del irlandés. Y muchos lectores han reaccionado creyendo ver que Ryanair empieza a trastabillar.

Hasta ahí todo normal, salvo que la impresión de que Ryanair está mal es probablemente la más contraria a la realidad que podamos imaginar.

Veamos. En esa misma conferencia, Ryanair indicaba que sus cifras son buenas, que sus beneficios del año son de 1.300 millones de euros (algo en lo que no puede soñar ninguna otra aerolínea europea), y que sus costes operativos habían vuelto a bajar, en un esfuerzo para garantizar la capacidad competitiva de la compañía. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que hoy por hoy en Europa, quizás exceptuada alguna aerolínea de muy segundo orden, no hay nadie mejor preparado para afrontar tiempos difíciles que Ryanair. Es dudoso que estén por llegar malos momentos, pero en todo caso, Ryanair es la que está en mejores condiciones para afrontarlos.

No sólo es la línea aérea con más facturación, sino que es la que tiene costes más ajustados –el dato clave para saber si se es o no competitivo– y tiene su apuesta empresarial perfectamente repartida en varios mercados europeos, con lo que puede equilibrar el impacto de cualquier crisis puntual. Este año ha batido todos los récords imaginables en ocupación (ligeramente por encima del 90 por ciento), que es el porcentaje de asientos que efectivamente están ocupados y que es una variable fundamental para entender cómo se gestiona una compañía.

Posiblemente Ryanair se pueda tener que enfrentar a problemas porque, efectivamente, estos dos años de bonanza parece que apuntan a una inminente sobreoferta de plazas. Pero si ustedes preguntan quién está en mejores condiciones para salir airoso de esos momentos complicados la respuesta también sea Ryanair.