El descontrol del arrendamiento de viviendas particulares a turistas en España es de tales proporciones que una cadena hotelera ha creado un producto ad-hoc para aprovecharse de esta realidad: ofrecer sus servicios de consejería y gestión hotelera para atender a los apartamentos cercanos a su establecimiento. El proyecto, BeMate, está concebido para que los propietarios de apartamentos no tengan que ocuparse de limpiar y cuidar sus alojamientos, así como de recibir, presentar y controlar a sus clientes. De ello, con un coste, se encarga el servicio de la hotelera. Así, pues, lo del propietario es coser y cantar: tengo el piso, contrato a la hotelera y, a partir de ahí, todo es beneficio.
El negocio tiene sus puntos oscuros que quizás hagan que no sea un éxito. Pero, en todo caso, lo más significativo aquí no es si esto va a funcionar o no, si BeMate va a ganar o no, aquí lo que llama la atención es que el fenómeno de los apartamentos de alquiler es de tal calibre, de tales dimensiones, parece tan imparable, que hasta los propios hoteleros han decidido intentar sacar tajada más que luchar por pararlo.
Este es el problema central: no se trata de argumentar a favor o en contra -lo cual no sólo es posible sino que seguramente terminaría por convencernos de que estos apartamentos son un problema-; la cuestión es que el fenómeno es imparable porque aquí coincide una tecnología, Internet, omnipresente; un producto, el apartamento privado, disponible en exceso; y un mercado, el del turista, que quiere precios, comodidad y menos glamour hotelero. Sumémosle la fiscalidad (o no fiscalidad) de esta fórmula y...
Difícil freno tiene esta realidad abrumadora.
Cada vez mas hoteles no le quedara mas remedio que adaptarse a los tiempos. Esto es gestionar apartamentos vacacionales. Es un producto que crece con mas popularidad