SOS Turismo triunfa

En la Mallorca profundamente pasiva, donde nadie reacciona ante ninguna agresión, la campaña Sos Turismo está teniendo un éxito sorprendente: la casi totalidad de los establecimientos comerciales de las zonas turísticas de la isla lucen sábanas con esta inscripción colgadas de sus ventanales, en un grito silencioso que recuerda la situación dramática en la que se halla el sector.

Los empresarios lanzaron la campaña sin demasiado convencimiento sobre su acogida, pero se han encontrado con una respuesta inesperada. Baleares y los empresarios del ocio son muy reacios a toda acción colectiva de protesta.

En realidad, más que pedir corregir lo pasado, que es desastroso, la intención de la protesta es urgir a que la vacunación se lleve a cabo de la forma más diligente para evitar que se pierda el segundo verano consecutivo.

A día de hoy, España ha vacunado en 45 días a un millón de habitantes, lo cual de mantenerse este ritmo supondría que toda la población habría recibido la vacuna exactamente en seis años. Evidentemente esto mejorará, pero tiene que mejorar muchísimo para que el verano pueda salvarse al menos parcialmente.

En Baleares, además, las medidas anti-Covid han supuesto el cierre de toda la hostelería desde mediados de enero hasta principios de marzo, incluso cuando en estos momentos las cifras de contagio han caído significativamente.

Durante el mes de enero, algunos colectivos de baristas organizaron protestas que tuvieron una respuesta social inesperadamente alta, pero dejaron de tener lugar por las sanciones administrativas aplicadas a los organizadores.

Mientras tanto, las vacunas siguen llegando con cuentagotas y nadie dispone de un calendario mínimamente fiable de cuándo podría haberse vacunado a los colectivos más sensibles.