En el Extremo Oriente y Oceanía (China, Tailandia, Vietnam, Australia y Nueva Zelanda) desarrollaron una política contra el virus muy diferente a la europea (si es que en Europa alguien consigue identificar qué se quiso hacer). Allí, desde el principio, decidieron cerrar radicalmente las entradas y salidas y, como consecuencia, el virus quedó controlado. Hay casos, pero son irrelevantes. Las imágenes del partido de Rafa Nadal con público son un indicador de que la vida allí casi es normal.
Sólo hay dos sectores que sufren, uno más que el otro: el transporte y el turismo. El transporte en China o en Australia sufre, pero no tanto como en Europa, porque el mercado interior es enorme; en Tailandia, Vietnam o Nueva Zelanda, sus aerolíneas están muertas porque allí sí que ni siquiera han podido tener un viajero.
En el caso del turismo, hay mucho turismo interior en China y Australia, pero los países más pequeños lo están pasando muy mal.
Vean el caso de Tailandia: ha estado cerrada absolutamente hasta octubre, cuando reabrió sus puertas para turistas de larga estancia y con la obligación de pasar una cuarentena de catorce días. Fracaso completo. Tan absoluto es el fracaso que ni un mes se llegó a tener las quinientas entradas de turistas en estas condiciones. Y como el turismo local no basta para ocupar la oferta descomunal que tiene el país, Tailandia no tiene virus, pero tampoco tiene turismo.
En cambio, en el Indico, el caso de Maldivas es diferente. Maldivas no exige cuarentena sino sólo una PCR negativa. Y le está yendo bien. O menos mal que a otros. Tiene algo más de medio millón de turistas, menos de la mitad que en un año normal, pero así y todo sobrevive y no parece que el virus se haya descontrolado. Aunque, todo hay que decirlo, nosotros en España nos tendríamos que comparar con los países anteriores y no con Maldivas, cuyas fronteras son muy gestionables y de dimensiones diminutas.
Comparar Thailandia con Maldivas que no deja ser una suma de islotes es como comparar una pulga con un tanque.
El tema es que esos países van con retraso del bicho, un poco como Portugal y demás.