Publicábamos ayer que Ryanair estaba ultimando una negociación con Boeing para la compra de una flota importante de B737 del nuevo modelo Max, con casi 200 asientos. Horas después se hacía oficial el anuncio, en Nueva York. Un verdadero golpe en el mercado, mayor de lo que la competencia desearía, pero menor de lo que O'Leary promete.
El consejero delegado de la compañía irlandesa anunció que los 100 aviones comprados y los 100 sobre los que firmó una opción de compra servirán para mantener una guerra de precios en el mercado europeo de la aviación, que ellos ganarán.
Efectivamente, un avión con un consumo que sea un 18 por ciento inferior y que transporte unos pocos pasajeros más es una ventaja competitiva adicional para una compañía que ya tiene un gran control de costes y que opera con márgenes muy ventajosos. Por lo tanto, es una noticia que debería preocupar a las demás compañías.
Pero es menos de lo que anuncia porque Ryanair debería retirar del mercado y vender una parte importante de los 300 aviones antiguos con los que opera hoy. Ayer mismo O'Leary recibía el primer avión de los que había comprado hace un año, que ni tiene la capacidad de los que acaba de firmar, ni consumen tan poco y que, por lo tanto, es de peor rendimiento que los que acaba de comprar.
La guerra será menos guerra porque la competencia no está precisamente dormida. Así como inicialmente Ryanair (e Easyjet) pudieron destrozar el mercado ofreciendo precios hasta un 80 por ciento inferiores a los de las compañías de bandera, hoy las cosas están mucho más equilibradas. Las compañías que sobreviven ya saben a qué se enfrentan y, aunque cobran un poco más, ofrecen un servicio muy esmerado. En realidad, sólo unas pocas aerolíneas siguen con costes de hace diez años. Hasta nuestra Iberia se ha actualizado.
En todo caso, el anuncio de Ryanair indica que la irlandesa sigue siendo la líder en el mercado, que conoce sus puntos fuertes y que está dispuesta a aumentar su cuota a costa de los competidores. Probablemente Francia y Alemania (atención a Air Berlin) sean sus siguientes objetivos, tras haberse posicionado como líder en el sur europeo.
Comprar un avión, explotarlo y luego venderlo a alguna aerolinea asiática o africana que no comprar aviones nuevos, pero viven con los antiguos. No da tiempo a que se devalúen mucho y los pueden explotar a placer para llenar europa de rutas. No son tontos, no los de Ryanair.
Eso no es una noticia , quieres una noticia buena , investigar lo que quiere hacer el señor Hidalgo y su hermano el nuevo crack de la compañía que sólo ha venido a mejorar y a dar ideas magistrales de como no hacer nada bien, ni hablar, con el convenio de TCPS . De los mejores años de Air Europa, benéficos históricos y nos quieren matar. Ni un mínimo respeto tienen con sus empleados . Saludos a todos