Acabo de leer una entrevista con Mervyn King, que fuera gobernador del Banco de Inglaterra. King habla de mil cuestiones de actualidad que son interesantes. Yo, de ellas, me quería quedar con una y sólo con una que me pareció importante para el mundo del turismo en la actualidad: la imposibilidad de hacer estimaciones de futuro.
Ustedes, como yo y como todos, habrán visto y oído expertos que afirman que el negocio del turismo volverá a la normalidad en 2022, 2023 o incluso más lejos. Otros que dicen que se destruirán tantos millones de empleos. También los hay que hablan de que el turismo cambiará definitivamente a partir de ahora. Y así, podríamos seguir con las predicciones y los estudios que pretenden parecer rigurosos.
Mervyn King, que ha escrito un libro titulado Incertidumbre Radical (aunque no debería haber traducido el título porque por el momento sólo está en inglés), explica que todos estos cálculos o estudios carecen de valor porque las incertidumbres que afectan a la variables que nos permiten aventurar escenarios futuros son de tal magnitud que todas las especulaciones se vuelven inútiles, inservibles. Hoy mismo, leía que en Chile se esperaba una caída del PIB para julio de 19 por ciento y sólo terminó siendo del 12, lo que ha provocado una cierta euforia bursátil. Error del 40 por ciento en apenas un mes. Casi nada.
Comparto absolutamente la visión de King –que es mucho más compleja, matizada y sofisticada como para merecer un libro y no este brevísimo resumen–, que viene a advertirnos que mejor que lanzar mensajes apocalípticos o eufóricos sobre el futuro, habría que esperar a que las variables se estabilicen. La aparición de una vacuna, su fracaso, un endurecimiento de la acción del virus o mil otras circunstancias pueden cambiarlo todo en cualquier momento, dando al traste con todas las previsiones.
Vamos, que lo que me digan del futuro hoy los expertos es tan fiable como lo que nos decían en diciembre de 2019 para todo el año 2020: apareció un virus y lo mandó todo al diablo.
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HOPE FOR THE BEST, PREPARE FOR THE WORST AND RECEIVE WHAT COMES....
Los expertos, una raza aparte.
Pues esa parece una muy buena idea.
¡Las predicciones a la basura!
Obviamente las decisiones que se toman con base en esas predicciones deberían seguir el mismo camino por carecer de base que las justifique.
Y que mejor ejemplo para ilustrar el articulo que todas esas predicciones que se han venido haciendo sobre el virus durante estos meses. Un fiasco tras otro.
Lo lógico, pues, es mandar a todas esas medidas que se han tomado en relación con esas predicciones a tomar viento. Todavía mas si encima asumimos ya de una vez por todas que no ha sido el virus el que ha causado el desaguisado sino que han sido las medidas que se han tomado sobre las predicciones de lo que el virus podría causar. Predicciones que por lo visto se han tomado en función de los posos del café.
Quien habla de mil cuestiones que son de actualidad ... o es un charlatán o vende humo o vende un libro donde se encontrarán todos los remedios que palien las más acuciantes necesidades humanas; entre ellas la cuenta corriente del autor.
Nadie parece recordar la inexcusable necesidad de abrirlo todo en junio a toda costa y que el proyecto piloto de Baleares para mostrar la fortaleza del Sistema era una nadería. Se había perdido la Semana Santa y era perentorio no perder el verano porque de lo contrario, se perdería toda la temporada. Además, estaba contrastado que el calor mataba el virus, igual que los filtros HEPA lo aislaban en los aviones. Todos esos gurús económicos del Sector, se han quedado mudos en el inodoro con una colitis incontrolable que ni con un astringente ... por cierto, son los mismos que regalaban yates. El Sector hotelero y turístico balear regalaba yates y palacios en Marivent. Qué poquito se está tocando el tema, más que por pudor o respeto ... por vergüenza, más exactamente por poca vergüenza y falta de dignidad. Cuando se dejan los pantalones en el inodoro, se acaban viendo las vergüenzas y en Srs mayores, resulta ciertamente muy desagradable y degradante. Nadie, echará de menos las regatas, la copa náutica y los besamanos.