Iberia está a punto de perder su condición de tercera línea aérea española; hacía ya tiempo que había sido superada por Ryanair y, posteriormente, Vueling también superó en pasajeros a la que fuera nuestra compañía de bandera. Y ahora faltan unos pocos pasajeros para que Easyjet también se ponga por delante. Así, en unas semanas Iberia quedaría en tercer lugar, casi empatada con la alemana Air Berlín.
El tema da para las tradicionales polémicas, para las acusaciones cruzadas a las que estamos acostumbrados y para calentar un poco el patio. Sin embargo, hay un tema aún más importante que se esconde en estos datos: todas las líneas aéreas que operan en España han perdido pasaje del año pasado a este, y en proporciones escandalosas. Ryanair, que sigue siendo líder, ha pasado de los 29 a los 19 millones de pasajeros en los ocho primeros meses del año; Vueling, segunda, ha caído de los 13,7 a 10.7 millones, mientras que Iberia, en una crisis múltiple, ha pasado de 15 a 7 millones. Todas las demás aerolíneas pierden pasajeros, en una u otra proporción.
Por lo tanto, no debemos confundir dos situaciones: por un lado, el trasvase de pasajeros entre aerolíneas, debido a la competencia, y por otro, la pérdida de viajeros en el conjunto del mercado, ajena a las aerolíneas.
Lo primero ha sido ampliamente discutido, pero lo segundo es un drama que exige una respuesta pública. Es cierto que estamos en una crisis que no tiene parangón, pero también es verdad que no hay ni una medida que intente paliar estos efectos. Incluso, el incremento de tasas en los aeropuertos probablemente haya ido en sentido contrario.
España, como sabíamos, tiene un problema económico grave. Pero aún peor, existe una ausencia de ideas en cómo paliar los desastrosos efectos de esta crisis, especialmente en el mundo del transporte, que pone en peligro la misma superviviencia de nuestra competitividad como país. Si perdemos las conexiones aéreas, perdemos las oportunidades. Y sin oportunidades, no hay salidas. El riesgo de una espiral negativa existe y es extremadamente alarmante.
Las Infrastructuras son necesarias pero no la panacea. No por endeudaremos por generaciones con 48 aeropuertos envidia de los países ricos de verdad se han creado oportunidades.
Lo que crea a "Zara" no son sus bases logísticas sino su modelo y concepto de negocio, por cierto de capitalización y no deuda.
Habra que pensar en que se prioriza: la amortización a corto plazo para soltar deuda de AENA o el crecimiento del tejido industrial y empresarial que de valor añadido a través de los aeropuertos al resto de la economía.
Si las Infrastructuras de aeruertos, carreteras, AVES, y todo tipo de equipamientos municipales y autonómicos existen y hace falta empresas habrá que priorizar a estas para que tiren y no maltratarlas ante todo. Luego habraqueensar en como importar capitales y emisarios e ideas de negocio que favorezcan al País y la economía y no saquen los beneficios fuera. Osea, todo lo contrario que se esta haciendo con la fiscalidad y normativa que espanta más que atrae capital y empresarios amén de regalar y las pocas que pudieran tirar del carro y subvencionar a las que o nos aportan a largo.
Y ya, en el plano local de aeropuertos, ya que están y si priorizaramos lo que habría que priorizar , ya visto que los piratas que no pagan aqui Seguridad Social (RY o EasyJet o Air Berlin) o nos roban los mejores pasajeros y mercados via coneixones (BA) habría que imitar a los países del Golfo en la creación de sinergías de productos y servicios entre aeropuertos y compañías aéreas, que ya constataron grandes índices de aumento del PIB con estas fórmulas de plataformas y empresas que quieren ser lideres.
Yo cada vez negó más claro que en el País del Sol y la Calidad de Vida, que podría perfectamente ser la suma de la Florida y California europea hay muchísimos empresarios y grandes ideas que lamentablemente tienen la rémora de tener los políticos y casta de constructores del cemento que es que simplemente no dan para mas, ni siquiera para imitar modelos de otos países o sectores probados y contrastados ya como altamente beneficiosos.
Este país, que llamamos España, lleva mucho tiempo sufriendo acosos desestabilizadores desde dentro y desde fuera. La que fue Compañía Bandera la están convirtiendo en "compañía banderola". Ahora dicen que se hizo mal la unión con British.
Pero este es uno de los múltiples problemas que tiene este país y que por ahora nadie le "hinca el diente". El primero es el Institucional y político que necesita una regeneración de "arriba a abajo" pues siguen gobernando de cara al pasado no al futuro y los ciudadanos siguen sufriendo decisiones que lea afecta a su presente y su futuro.
Pero lo más grave es la mentira y la manipulación que se utiliza para llegar y mantener "el sillón". Menos mal que están las hemerotecas para recordar. La creación de puestos de trabajo, no subir los impuestos, actualizar las pensiones con el IPC, etc. Todo mentiras que se justifican con el que " yo no sabía, me enteré cuando llegué"
Hay veces que uno puede sufrir un mareo ante las noticias del FMI, OCDE, BCE y lo que decimos aquí donde ha empezado la euforia, recordando los brotes verdes de épocas pasadas. Se conoce que no saben muy bine como está el país.
Luego el tema de la corrupción que tiene sus niveles. La de los partidos, sindicatos, bancos a los que tenemos que pagar sus desastres, las particulares de los que están introducidos "en las esferas", etc.
Mientras no se la "vuelta al calcetín " todo serán operaciones de maquillaje y aguantar el sillón que es el que proporciona contactos y salarios fijos.
Los de "a pie" a seguir, unos aguantando, otros en las listas del paro y bastantes "carrera y manta.
El Turismo y sus empresas hacen lo que pueden y la mayoría de las veces con un espíritu de superación con la esperanza que todo pase. ¡¡Dios nos oiga¡¡ pero con los bueyes que tenemos nos va a costar sudor y lágrimas