Decisión sin responsables

Leo en este digital que Aeropuertos Nacionales busca una salida para el aeropuerto de Huesca, al que no llegan aviones desde su nacimiento. La organización pública propietaria del aeropuerto pretende ahora que se convierta en una escuela de formación de pilotos y para ello sus directivos están sondeando el mercado. Yo, por si fallaran, les propongo que monten carreras de caracoles en la pista, o que la señalicen por si se produce el aterrizaje de marcianos.

No es que me parezca mal que Aena busque una salida a esta chapuza, sino que la cuestión aquí es si este episodio millonario va a quedar sin que nadie asuma responsabilidad alguna. ¿Es que nadie adoptó la decisión de construir ese aeropuerto? ¿Es que ese responsable no tiene que explicarnos los porqués de su decisión? ¿Es que en este país un error de este calibre no se 'castiga' al menos con la ruina de la carrera política del culpable?
Incluso déjenme que sea aún menos exigente: ¿es que los ciudadanos no tenemos el derecho de que, a la vista del despropósito, se adopte alguna decisión que nos asegure que en el futuro la construcción de aeropuertos se acordará mediante un mecanismo transparente que hará imposible otro caso como el de Huesca? ¿Es que no somos capaces ni siquiera de evitar que vuelva a ocurrir lo mismo?

Lo sucedido con Huesca, como con Castellón, como con Ciudad Real, como con Corvera, es una vergüenza que no se debería repetir. En unos casos con la titularidad pública, en otros con la apariencia de aeropuerto privado, pero siempre con financiación de todos, en este país han ocurrido desmanes que exigen ya que alguien dé la cara, no sólo que nos traigan unas pocas avionetas para camuflar el agujero económico.