Por supuesto, el sector público es necesario en la sociedad. El sector público es, en realidad, la sociedad: somos el conjunto de los ciudadanos que, con nuestros impuestos, financiamos las decisiones que creemos oportunas. El sector público –o sea la sociedad– es quien debe controlar que la competencia entre las empresas sea honesta para que los pillos no salgan beneficiados; es quien debe proporcionar los servicios que no es razonable que presten los privados –policía, por ejemplo– o que, ante un desastre como es una pandemia, acuda en ayuda de las víctimas.
El sector público no debería ser un repartidor de ayudas en actividades en las que hay suficientes actores en juego, para favorecer a unos en detrimento de otros; ni debe ofrecernos servicios que el sector privado nos da a menor coste y con mejor calidad –por ejemplo, el transporte aéreo, la limpieza de las ciudades–, ni debe dedicarse a premiar a amigos de los partidos.
Aquí la paradoja está en que muchos de los que defienden al sector público, han venido gastando con furor, sin control alguno, porque su 'religión' les dice que hay que gastar, da igual en qué. Por eso, cuando llega el momento, que es este, en el que sector público ha de ayudar a preservar la estructura productiva del país, está débil, es incapaz, no tiene recursos.
Observen: los países más criticados por ser defensores del sector privado, como Estados Unidos o Alemania, son los que más están gastando para salvar la economía. El horrible Trump ha hecho que el sector público americano pague los salarios de los trabajadores de la aviación americana, entre otras cosas, para preservar la economía. En Alemania, los que han perdido el empleo cobran prácticamente la integridad de su salario anterior.
Aquí, en cambio, los héroes del sector público pagan 400 euros a los mayores de 45 que no tienen empleo; mil a los que están afectados por un Erte; 400 como media a quien no tiene otro ingreso –si consiguen todos los incontables papeles que les piden.
Algo de contradicción parece que existe entre lo que se dice y lo que se hace.
Alemania tiene un gigantesco superávit fiscal, Estados Unidos puede poner en marcha la máquina de hacer dinero, para algo tiene el dólar que es la divisa de refeencia mundial y..... España, ¿qué tiene?, una gigantesca clase política que no produce nada y detrae mucho, una población envejecida que detrae mucho dinero de las pensiones, una gigantesca deuda, un considerable déficit fiscal, no tiene banco central por lo que está atada de pies y manos y para rematar no tiene una base productiva como los anteriores sobre todo Alemania, además de una baja recuadación fiscal que depende mayoritariamente de las rentas del trabajo que para colmo de males tiene una baja tasa de población activa y con un paro estructural muy elevado y por si no fuera poco se tiene que endeudar para pagar lo que otros pueden pagar con lo que tienen ahorrado. Es como comparar Mercedes con un scooter.
Que nos falta para poner fin a este rumbo y dirigirnos al del trabajo, la concordia y el respeto, aunando trabajo y esfuerzo, desechando egoístas confrontación. Éste sí que es nuestro virus.
¿Y por qué no imitamos a Alemania y así dejamos atrás las razones para quejarnos? ¿Qué hay que ellos hayan hecho que nosotros no podamos hacer?
Exacto, pero hoy día es lo que hay.... si se hubiera puesto la semilla habría bortado algo, como no se ha hecho es lo que tenemos.
Todo correcto, pero estáis disfrutando de lo votado de lo lindo.. que para algo repetís una y una otra vez