Yo pienso que, por supuesto, el cambio climático es un asunto serio, que exige de políticas serias y rigurosas que, desgraciadamente, a día de hoy no terminamos de ver. En parte, a mi entender, porque este asunto se está convirtiendo en un circo. La cumbre de Glasgow y Simon Kofe lo demuestran.
Simon Kofe, que ven aquí dando una rueda de prensa en el agua, es el ministro de Asuntos Exteriores de las islas Tuvalu. Estas son unas microislas del Pacífico que dicen que se están hundiendo. Yo creo que tienen un futuro poco promisorio con el cambio climático, aunque también ese verdad que ya en 1990 se decía que para el 2005 estarían sumergidas y ahí lo ven, no ha pasado nada.
Para mí, siendo este un asunto serio, exigiría que el ministro de Exteriores no hiciera esta payasada. Porque esto que están viendo en la fotografía es una bobada propia de una juerga, de una fiesta de aniversario, de una cuchipanda con amigos. Un país no hace esto sino que aporta datos. Porque ante esta payasada, sólo dan ganas de enviarles pantalones cortos para que en Tuvalu, definitivamente, no se mojen más que los pies.
Yo conozco bastante bien los reclamos de estas islas. Tienen razón, naturalmente, pero siempre hay que mantener las formas, siempre hay que demostrar algo de rigor, siempre hay que ser serio. Tuvalu debería aportar información, hacer lobby con los países influyentes, buscar soluciones. Yo no creo que esta fotografía aporte absolutamente nada, excepto un momento de diversión. Vaya, una payasada más.
Efectivamente, es un circo.