Está ocurriendo al mismo tiempo en la misma Europa, con protagonistas que se ven semanalmente en las reuniones de Bruselas.
Por un lado, el aeropuerto de Schiphol, de propiedad estatal, en Ámsterdam, ha dado siete días a las aerolíneas para que le presenten un plan de vuelos para el verano de 2024, con un recorte severo de sus frecuencias, de modo de reducir las operaciones del aeropuerto en algo menos de un diez por ciento. Se pretende bajar el ruido y la contaminación generada por la aviación. KLM es la más afectada, seguida por Easyjet. JetBlue, de Estados Unidos, es la víctima más ruidosa porque no podrá volar a Holanda (Ámsterdam: KLM, obligada a recortar 5.700 operaciones).
Por otro, Leo Varadkar, el ‘taoiseach’ irlandés (primer ministro, para nosotros), ha anunciado que quiere levantar el tope de 32 millones de viajeros del aeropuerto de Dublín, porque ese límite constriñe la economía del país. Actualmente el aeropuerto lleva 25 millones de pasajeros (hasta el final de septiembre), y no quiere que nadie deje de volar al país. Todos los medios de comunicación de Irlanda se hacen eco, porque el país quiere tener una conectividad acorde con su crecimiento.
Esta es Europa: menos contaminación en Holanda, más en Irlanda. El mismo continente, los mismos políticos, contradicciones de tal calibre.
La situación es mucho peor si miramos las cosas a nivel mundial: mientras Europa, al menos de palabra, mantiene posturas muy ecologistas –pensemos en la prohibición de vuelos interiores en muchas rutas en Francia, por ejemplo–, sólo en 2024, India pretende inaugurar cien nuevos aeropuertos. De ellos, algunos son miniaeropuertos, pero otros son verdaderas terminales de escala internacional. Baste decir que hoy la enorme mayoría de los pedidos de nuevos aviones provienen del subcontinente, cuyo poder adquisitivo medio está subiendo como ocurriera hace veinticinco años con China.
Demasiadas contradicciones para que podamos avanzar seriamente en el camino de la descontaminación.
En Europa, somos los campeones en pegarnos un tiro en el pie. Pero es algo querido por nuestras ÉLITES.
Quieren generar HAMBRE, mediante el agotamiento de las explotaciones agrícolas y ganaderas imponiendo severas normas medioambientales y fitosanitarias mientras autorizan la entrada casi libre de productos de terceros países son control , verificable, alguno.
Nos alertan comida el calentamiento global y la SEQUÍA mientras ordenan derivar presas y embalses (en Alemania 2, en España llevan más de 200).
Deslocalización la industria para traer productos manufacturados desde China en barcos que no contaminan, según parece.
Quieren DESCARBONIZAR, derribando centrales térmicas de carbón mientras en China, India y el teatro del mundo, se inaugura una al día.
La élite en Europa odia a los europeos y el estilo de vida, la cultura europea. Y, de facto, permite la invasión por población del tercer mundo.
Disfruten lo votado
Lo de invasión lo sabes porque viniste en patera, intuyo.
A buen seguro, que estuvo ayer en Ferraz.
Por cierto, cite solo una de las 200 presas, embalses, que hayan sido “derivados”.
La Industria, la deslocalizó, el Capital solito sin ayudas políticas, de lo contrario hubieran atentado contra la libertad empresarial y el libre mercado acusando a sus autores de comunismo, comunismo, comunismo.
Y si tanto le gusta la agricultura y la ganadería, esta tardando en volver a los origenes, algo similar a los Seminarios, ósea, un paramo. Si la gente no quiere malgastar su vida de sol a sol será por algo. De entrada, reconociendo su labor y NO quejándose porqué el litro de aceite esté a 12 eur. Váyase un ratito a varear y a torcer la columna hasta el lumbago porque los precios agrícolas y ganaderos han estado contenidos artificialmente con las políticas de subvenciones y migracion encubierta.
Pero todo toca a su fin, cómo la vida misma.
En el fondo la cosa es muy fácil de explicar.
Los Países Bajos limitan los vuelos porque KLM es propiedad de la francesa Air France y los holandeses viven de otra cosa.
Los Irlandeses defienden sus aeropuertos y con ellos sus aerolíneas porque viven en gran parte gracias a ellas.
Y ya si eso podemos echar unas cervezas hablando de ecología y tal y tal...