En España tenemos un grave problema de paletismo localista, que nunca cesa de crecer. Consiste en pensar que el mundo tiene su sede en casa y que lo que está a más de veinte kilómetros de nuestro territorio o no existe, o es despreciable o está condenado a admirarnos y aplaudirnos. Este fenómeno, inexplicable en la era de las comunicaciones, es visible en muchos escenarios, pero en pocos es tan claro como en Fitur, la feria del Turismo que se celebra estos días en Madrid.
Más allá de quienes lo están haciendo bien, que por supuesto existen y son muchos, sobre todo entre las empresas privadas que sí se juegan su dinero, si ustedes hoy mismo hacen un recorrido por la prensa regional española, encontrará titulares que dicen “Fitur, extasiada ante el stand de … (inserte aquí el nombre de la región que usted desee)”. O “(Nombre de la región)... sorprende a España con una propuesta insólita” o "Nuestro alcalde (o presidente autonómico) celebra la calidad del público que nos visita". Y así hasta la saciedad. Al final, Fitur es la suma de centenares de originalidades, al punto de que ninguna de ellas es original de tan común que es creerse que se es el centro del mundo.
Esa carrera hacia el ombligo propio va acompañada de otros dos fenómenos igual de lamentables: la visita masiva de políticos locales, que acuden como si de ellos dependiera la venta del destino turístico, como si tuvieran algún papel más que el de comparsa. Y, en segundo lugar, la prensa local, paleta como nunca, que acepta esta narrativa ridícula y que presenta Fitur como la asistencia masiva de público para ver el stand de su región y, de paso, tal vez de algunos más. Es divertidísimo ver cómo las radios entrevistan a sus alcaldes y les preguntan cómo explican el éxito que están teniendo en Fitur, a lo que ellos contestan que es el resultado del trabajo bien hecho para, a continuación, emitir un anuncio de ese ayuntamiento en la misma emisora de radio, cuyos periodistas han viajado subvencionados por la autonomía o por el municipio.
Por eso, porque esto es un circo lamentable de consumo interno, hoy y mañana y pasado los titulares de la prensa regional son absurdos y ridículos, ensalzando unas regiones que no tienen el menor cuidado en analizar su impacto más allá de las fronteras y que se concentran en sí mismas, en sus propios titulares, en sus propios públicos.
Tenemos un problema de madurez, de realismo, de sentido común que si algún día tuvo su explicación, hoy debería estar superado. En esto, hay culpa de las clases políticas, pero también la hay de incontables medios de comunicación locales que actúan como comparsas de este ridículo, improcedente en una sociedad avanzada.
En España hay un problema politico gravisimo de corrupcion que conduce al paletismo de las administraciones publicas.
Sosteniendolo hay grandes personas y empresas en lo estrictamente privado.
El desarrollo e inevitable destino de toda empresa u organizacion politizadas (la banca, cualquier empresa publica o subvencionada) lo dejan en evidencia.
Alemania 1 político por cada 554 ciudadanos. En España 1 político por cada 106 ciudadanos. Cómo recortar los 448 políticos que nos sobran?. Si algún partido político fuera capaz de hacerlo habría dinero para pensiones y para una sanidad total para cada ciudadano.
Perdón. No sobran 448 políticos sino 300.000 en relación con las poblaciones relativas de España y Alemania, casi el doble de población en esta última, con un tercio menos de políticos (150.000) por más de 445.000 en nuestro país. Sencillamente una vergüenza!!