Diecisiete turistas extranjeros murieron ayer en Túnez, como resultado de un atentado contra el Parlamento y la posterior toma de rehenes en un museo. La desgracia se suma a una larga lista de actos de esta naturaleza que han venido azotando el Norte de África y que muy frecuentemente tienen relación con el radicalismo islámico.
Los atentados de ayer son un golpe tremendo contra la economía de Túnez y contra toda la región, dado que vuelve a recordar a los viajeros europeos que es peligroso pasar las vacaciones en zonas musulmanas. Aunque la enorme mayoría de los ciudadanos de estos países sea perfectamente razonable y rechace estos atentados, el turismo va a acusar el golpe. Y esto es especialmente grave en estas fechas, cuando se inician las reservas para el verano.
Así, pues, España volverá este verano a beneficiarse de la 'locura' de los radicales en el entorno de mayoría musulmán, con un incremento de los viajeros o, en su caso, del precio exigible por cada estancia.
Las víctimas de esta barbarie, aparte de las víctimas de estos atentados, serán los propios ciudadanos delos países de mayoría musulmana, que verán nuevamente cómo unos pocos consiguen arruinar los esfuerzos que la sociedad está haciendo para encauzar la convivencia y para recuperar su principal fuente de ingresos económicos.
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Shssss. silencio. No aireen a los cuatro vientos lo beneficiada que saldrá España con este tema no sea que les de por pensar a los hijos del diablo cómo hacernos más daño del que ya han hecho.
Los terroristas han ganado. Ganaron el día que EE.UU. aprobó la Patriot Act. Ganaron el día que Francia aprobó las escuchas telefónicas sin mandamiento judicial. Ganaron el día que decidimos dejar de viajar a un país como Túnez por miedo. Ganan todos los días que cualquiera que vaya a coger un avión tenga que someterse a controles absurdos y no pueda viajar con un champú como dios manda en su equipaje.
La diferencia entre el terrorismo y la guerra es que en la segunda se conquistan países mientras que con el primero se intentan imponer ideas
El mundo no fue un lugar más inseguro después del 11S. El mundo se convirtió en un lugar más inseguro tras la Segunda Guerra del Golfo. Los que vivimos en el campo sabemos que no se tiran piedras a un avispero.
El mundo no será más seguro si las grandes navieras dejan de hacer escala en Túnez y nos perdemos el gran Museo del Bardo; al contrario, estaremos multiplicando el terrorismo si les negamos el pan a los tunecinos y nosotros estaremos perdiéndonos una gran experiencia.
Han ganado y les vamos a dejar seguir ganando. Nuestra única arma contra el terrorismo es la falta de miedo... no, perdón, el miedo va por dentro, nuestra única arma es aparentar uqe nos importan un bledo, que vamos a seguir con nuestros derec
Me gustó mucho el comentario de Pilar, bravo