NEWSLETTER | PUBLICIDAD | | VISTA MÓVIL
EDICIÓN ESPAÑA

Fuera del alcance de las críticas

Quería recuperar el contacto con los lectores de Preferente, tras un descanso más largo de lo deseado, compartiendo una reflexión que, he de confesar, tiene algo de envidia y no precisamente muy ejemplar.

 

Estos días, caminando por una calle de Madrid, me encontré con una reserva de aparcamiento de la Organización Mundial del Turismo. ¿Han oído hablar de ella? Quizás conozcan su nombre porque es la autora de sesudos estudios que apenas se usan para algunos trabajos académicos y poco más. Se trata de un “quango”, un organismo del que nadie sabe a quién reporta, del que nadie tiene constancia para qué sirve, pero que todos pagamos. ¿Cómo lo pagamos? Pues como la Unión Postal Universal, la Organización Meteorológica Mundial, la Fifa o la Unión Internacional de las Comunicaciones, a través de las aportaciones que los casi doscientos países hacen a las Naciones Unidas.

 

Creo que nadie puede esconder su envidia porque este organismo es el mayor de los privilegios a los que uno pueda acceder: se trata de cobrar los salarios elevadísimos que supuestamente merecen estas organizaciones y, a cambio, limitarse a apoyar a su presidente, que es a quien normalmente se le debe el puesto. Periódicamente se reúnen en países exóticos, debaten cuestiones obvias y no aclaran nada, faltaría más.

 

No hace falta ser muy espabilado para comprender que no puede haber nada mejor que un organismo al que nadie le hace las cuentas: no tiene un Parlamento que se acuerde de él (ya me dirán qué haría nadie mencionando en la ONU la inutilidad de todo esto), no se ha de someter a una campaña electoral, no hay urnas ni votaciones y tampoco hay una prensa inquisidora que haga preguntas, que investigue. Incluso a los que tienen relación con ella se les puede premiar ocasionalmente con una conferencia, un viaje o cualquier majadería que les entretenga. Exactamente una bicoca del siglo XXI, igual de elitista que las del siglo XX o del XIX.

 

El turismo, faltaría más, no se libra de mantener a estos vividores. Mientras las empresas privadas e incluso muchos gobiernos sinceramente interesados por el bienestar de sus países luchan a brazo partido para incrementar sus cuotas de mercado, para captar viajeros, para persuadir clientes, para encontrar innovaciones sorprendentes, estos funcionarios de la élite más élite ni siquiera pueden buscar aparcamiento como los demás, no sea cosa que se estresen.

 

No es nada justo mirar a los demás mortales desde una torre de marfil como estas, donde las crisis son un dato estadístico, donde los empleos son una referencia cuantitativa.

 

Sí, confieso que no estaría escribiendo esto si estuviera dentro de uno de estos paraísos. Pero me tranquiliza decir que tampoco escribo esto como venganza por no haber entrado, puesto que tampoco jamás he tenido oportunidad de acercarme a todo este mundo.

 

Lo peor es que el responsable de estas injusticias está tan diluido que ni merece la pena protestar. Nos conformamos con decir que hay quien ha nacido con estrella y quien ha nacido para trabajar. Todos los esfuerzos por mejorar nuestra calidad de vida acaban en las puertas de los grandes “quangos”. Estos van por libre. Son de otra Liga. 


    Acepto la política de protección de datos - Ver


    4 Comments
    antiguos
    nuevos más valorados
    Inline Feedbacks
    View all comments
    Pilar
    10 años

    Simplemente genial

    Nombre
    10 años

    Ayyyyyy... y lo triste es que es solo un ejemplo entre un millón...

    flipao
    10 años

    Hombre, Sr. Mato, cuánto tiempo! Le echaba ya de menos. Sólo le escribo unas palabras para recibirlo nuevamente en preferente...espero que no le enerve que me siga llamando flipao...es que así soy yo. Totalmente de acuerdo, el artículo está escrito con un evidente punto de envidia, lo cual es entendible...ya decía Fuentes Quintana que el objetivo de todo español es regentar un estanco...

    Fernando Betanzos y M.
    10 años

    Felicidades a don Javier Mato por su nota del día. Perfectamente bien dicho todo lo decible de la OMT - que a nadie rinde cuentas. En México, para darle realce a cualquiera de los múltiples eventos o reuniones de turismo, se anuncia la presencia de un alto funcionario de la OMT -- incluyendo su Secretario General. Los "OOOH!" se oyen a lo lejos cuando los "turisteros" mexicanos se enteran de la presencia de tan altos dignatarios.... Y comparto su envidia (la de usted, SR. Mato), porque a mí también me gustaría tener un cargo en el que a cambio de no hacer nada, se recibe jugoso sueldo, viáticos y demás menudencias. Aunque para ésto, cualquier cargo de Gobierno en México y en España lleva las mismas canonjías.
    Si usted y los lectores tienen tiempo, daos una vuelta por http://www.trincheraturistica.com , un incipiente "blogg", hechura del que esto escribe.

    Noticias relacionadas



    Encuesta

    ¿Debería Aena rebajar las tasas y modificar su política de incentivos como exige Ryanair?

    Ver Resultados

    Cargando ... Cargando ...




    Revista Preferente | REPORTUR | arecoa.com | Desarrollo
    Aviso Legal Política de Privacidad RSS Condiciones de suscripción Política de cookies