Gobierno: déjame en paz

Las compañías aéreas low cost, prácticamente todas, venden los billetes de avión súperbaratos, a condición de que uno no lleve maleta, ni trolley, ni nada. Yo viajo con mucha frecuencia a una casa familiar en la que lo tengo todo, por lo que en alguna ocasión he llegado a viajar incluso sin ese bulto de mano en el que cabe la máquina de fotos y una bufanda. O sea, sin nada.

A mí esos viajes me van perfecto. Y nunca me han engañado. Por todo, hasta cansarme, Easyjet, Wizz Air o Ryanair –yo viajo fundamentalmente con las dos primeras– me dicen que si me presento en el aeropuerto con un equipaje de más tamaño, me cobrarán más.

O sea: las aerolíneas y yo sabemos exactamente qué estamos firmando. Sabemos a lo que nos atenemos. Nadie engaña a nadie. Y lo mismo pasa con todos los viajeros: todos sabemos que el billete más barato no permite la maleta, aunque muchos, como es lógico, quieren pagar poco y colar su maletón, lo cual me parece normal.

Entonces aparece un director general de no sé qué chorrada de Baleares a quien se le ha metido entre ceja y ceja que nos están engañando. ¿Pero qué demonios pinta este tío en una relación en la que la aerolínea y yo estamos de acuerdo? Al político este le parece que la aerolínea me ha de permitir viajar con un trolley, incluso sin pagarlo. Las compañías aéreas sí permiten viajar con un trolley. No sólo lo permiten, sino que nos dicen tantas veces que le paguemos más y que viajemos con un trolley que, me temo, están muy interesadas. Es su negocio. Pero soy yo quien no lo necesita. No quiero ir con trolley. Igual que no llevo colonias, ni dentífrico, ni ordenador en la maleta porque los tengo en el destino.

Iberia o Air France tampoco me engañan. Ellas me ofrecen un billete más caro a cambio de más capacidad de transporte, lo cual no me conviene porque yo pensaba viajar sin nada, incluso aunque me regalen el espacio adicional. Una vez, en cambio, cuando necesité viajar con cinco maletas me fue ideal British Airways, que aceptaba las cinco, con un precio adicional muy reducido, desde luego infinitamente inferior a que facturara las cinco maletas en una low cost (aunque de esto ya hace unos años).

Mi pregunta es ¿para qué está este tío de Baleares molestando en medio? ¿Qué tiene que meterse en una relación en la que nadie engaña a nadie, porque las low cost una y mil veces te avisan de que no puedes viajar con el billete más barato con trolley? No entiendo. Sólo está defendiendo a quienes quieren viajar con un maletón pagando como si fueran sin nada.

¿No ha encontrado nada mejor que hacer? Los engaños al ciudadano son incontables en todos los ámbitos de la vida, excepto probablemente en este caso. Y no tiene que ir lejos nuestro director general porque podría empezar por los partidos políticos que casi en todos los casos –¿casi?– prometen lo que ni siquiera han pensado en cumplir por un momento. Eso es un engaño del que se olvida y para el que ni siquiera hay una oficina de reclamaciones.

Está bien de meterse en todo como si los adultos no fuéramos suficientemente espabilados para que no nos engañen fácilmente.