Este sábado, millones de personas vieron en las televisiones de todo el mundo, y durante días podrán volver a comprobar en otros medios, el mayor anuncio publicitario jamás hecho, difundido gratuitamente: la ceremonia de coronación de Carlos III. Se trata, además, de la segunda parte de una campaña que comenzó el año pasado con los funerales de su madre, que también constituyeron un capítulo altamente exitoso en esta promoción turística, igualmente sin coste (Benidorm quiere pescar turistas ingleses por la coronación de Carlos III).
Obviamente, como toda campaña, esta no llega al cien por ciento del público. Pero, sin embargo, en casi todos somos sensibles a lo que evoca, la historia, la tradición, la Edad Media, la pompa, el boato. Es una magnífica exhibición gratuita del Mall, de Buckingham Palace, de Westminster, de su Abadía; de igual manera que el funeral de la madre ya había mostrado, además de esta parte del país, el magnífico castillo de Windsor o el escocés de Balmoral.
En mercados turísticos como Estados Unidos, Canadá, Australia y en varios países europeos, estas imágenes provocan furor. Hoy mismo, muchos millonarios y algunos menos potentados están programando viajes a su ‘madre patria’ para que sus retoños vean cómo era el mundo hace cinco, diez siglos, cuando aún había reyes, carrozas, y se les echaba aceite a los ungidos.
Es el cine histórico hecho realidad; es el pasado traído a hoy. Es un viaje hacia atrás, a cuando había grandes cortes, los reyes mandaban y el mundo se movía a caballo. Cuando miles de mujeres bordaban los trajes de los guardias que acompañaban al Rey y a sus amantes y cuando la gente era súbdita.
En Gran Bretaña lo saben perfectamente, al punto de que cuantifican el impacto de estas trasmisiones. Lo que no sé es si la Casa Real sabe que está siendo utilizada como reclamo comercial, aunque me parece que sus integrantes prefieren que sea así antes que pasar al anonimato. Todo un modo de anunciarse en el mundo sin pagar un euro. O una libra. O un maravedí, por adaptarnos a la época.
Hay que reconocerles que de marketing saben.
Todos queremos ser ,lo que criticamos a los ingleses .buen artículo ,para que no pregunten más de el porque de la monarquía...
La monarquía es una basura
"Sin pagar un euro"? Esa ceremonia (propia de la edad media) ha costado al contribuyente Ingles mas de 120 millones de euros (en libras, claro). De echo gran parte de la población (sobretodo jóvenes) preguntan: "porque esta fiesta medieval deben pagar con dinero publico", cuando hay otras necesidades mucho mas importantes como por ejemplo la sanidad. No extraña que allí también (como en España) hay cada vez mas personas a favor de una república. Así que de "gratis" no tiene nada.
Exacto, lo de gratis, es una forma de opinar.
Ese dinero lo retornan en viajes turísticos von facilidad. Aquí se dilapida con campañas publicitarias que no sirven de nada, o por ejemplo los 20 millones de euros para demostrar que funciona la semana laboral de 4 días... si se da dinero a las empresas a cambio, claro, cuando no se da ya no es rentable pero el resultado ya se publicó... y otras múltiples maneras de gastar dinero que no sirve para nada. Esto, en G.B., no se hace porque se estudia la rentabilidad de lo que se gasta al milímetro.
El dinero público es todos, y no es de nadie. Y hay para lo que se quiere y cuando se quiere, aunque lo digan que hay que meter la tijera, eso si, según queçe y para que.
¡De gratis nada! Todo este tinglado le ha costado una pasta al gobierno británico. Nada es gratis en esta vida, y toda esta parafernalia menos.
Concordo