En política, los resultados son lo que cuentan. Y en la acción de lobby, igual. Cuando un colectivo como el hotelero logra exactamente lo opuesto de lo que buscaba, es que ha hecho algo mal. Muy mal. Eso es lo que ha pasado con la patronal del sector, alguno de cuyos directivos apostó ciega y públicamente por el Partido Popular, hoy en el ostracismo autonómico. A la vista de la reacción de Rajoy (“vamos a ganar las elecciones”, “no hay motivos para preocuparse”, “somos el partido más votado de España”), a ese ostracismo en la periferia pronto le podremos sumar el fracaso a nivel nacional, ante la evidente incapacidad de los conservadores para entender las dinámicas sociales.
Los hoteleros tienen problemas de imagen muy serios: pese a que crean puestos de empleo, pese a que su dinamismo nos vive salvando de las crisis, tienen una impopularidad acusada, que no se limita a sectores marginales. Algo de eso se explica por cierta arrogancia en algunos casos, en otro por una incapacidad histórica en hacer obras sociales que les acerquen a los ciudadanos y, finalmente, la envidia, un componente muy español que aparece siempre que alguien triunfa.
Es fundamental para los hoteleros reconducir esa imagen. Pero eso no se consigue alineándose con un partido político, incluso ni siquiera si se comparte su ideología. Los partidos son partidos, las empresas son empresas; y las empresas deben comportarse como agentes sociales responsables, que no sólo no buscan el trapicheo con los políticos, sino que aparentan estar al margen.
Una parte del sector ha generado una imagen muy negativa, de apoyo público a un partido. Eso es malo en sí, pero es mucho peor cuando ese partido pierde apoyos aceleradamente. Y, si lo miramos desde el punto de vista de los intereses del colectivo, no es la mejor forma de prepararse para dialogar con quienes proponen crear impuestos nuevos sobre el turismo. Ciertamente, tras estas elecciones, no sólo los políticos deben hacer autocrítica.
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Javier, no estoy muy de acuerdo. Creo al contrario que los empresarios y directivos deben ser mucho más activos políticamente. Decir lo que piensan, argumentar porque creen que ciertas opciones son mejores y otras peores y sobretodo participar muchisimo más en las candidaturas, liderándolas si es posible. Por no hacerlo hemos acabado con unas listas llenas de mediocres y con un 90% de funcionarios en las mismas. Una minoría, los funcionarios y los políticos profesionales, gobernando a la mayoría. Esa es la realidad y no otra.
Vamos que nuestra sociedad debe fundamentarse en la mentira, aparentar que somos buenos haciendo obras sociales de cuatri euros pero robando cuatro millones sin que se enteren, diciendo que estamos al lado de unos y otros pero machacando a los que no les gusten, no alineándose con ninguno pero dando la mano a todos como si todos fuesen igual de buenos... NO ME JODA!
Lo que usted propugna es justo el mal que aqueja a nuestra sociedad. Se han perdido todos los valores de honestidad, honradez, sinceridad,dignidad, ejemplo de vida. Cada uno se retrata, y hoy le ha tocado a usted hacer su autobiografía.
A los hoteleros, en general, les debemos lo que son las Islas Baleares hoy, con tirones de orejas, que yo he sido el primero, pero al pan, y al vino vino. Hay muchos hoteleros que tiene sus centrales en Mallorca porque les da la gana. Si, si. Porque quieren. Y el día que no quieran, agarran y se van. Y siguen ganando dinero igual. O incluso más. Y punto, joda a quien joda, que jode a mucha gente, pero es lo que hay. Que un persona con esas posibilidades decida no emitir su ideología me parece bien, pero si decide lo contrario, también me parece bien. ¿Que pasa?. Lo que nos merecemos es que nos den puerta y se vayan a Madrid o Barcelona, o donde quieran, a crear puestos de trabajo. O incluso en el extranjero. Ellos saben muy bien que con cambiar las sedes fuera de España ahorran (ganan) varios millones en costes anuales. Y no, las tienen aquí. Y lo hacen porque están dispuestos a dar ese dinero para crear puestos de trabajo locales, y aceptan las pérdidas. No nos equivoquemos. Así como han hecho cosas mal, siguen haciendo cosas bien y echando una mano a la sociedad. Si, ya se que jode, bueno a algunos, a mi no. Ojalá hubiesen muchos más. Tendríamos mucho más empleo.
Querido Javier, no puedo estar mas en desacuerdo contigo. Creo firmemente que las patronales deben expresar con la máxima claridad y nitidez posible, cuales son los problemas que aquejan a su sector y por ende a la economía, y como consecuencia al conjunto de la Sociedad, y cuales son las medidas concretas que pueden mejorar o empeorar el mundo empresarial ( no todas las opciones políticas favorecen el desarrollo económico y el dinamismo empresarial, y eso los ciudadanos tienen que escucharlo , dicho en primera persona por los representantes empresariales, con el máximo respeto, con claridad y sin esconderse ), para que el ciudadano vote con toda la información posible, con pleno conocimiento y responsabilidad, y por supuesto se atenga a las consecuencias sean las que sean, y una vez hecho esto, las patronales deben seguir dialogando con los representantes políticos elegidos ,y defendiendo las mismas ideas y propuestas que previamente ha defendido, con la misma claridad y nitidez, sin esconderse. Asi funcionan los países y las sociedades mas avanzadas del mundo, hablar con claridad, con respeto y sin miedo. Tu lo que propones es perfil plano, vamos a ver que pasa y después ya veremos, con ese paño hemos estado viviendo en España, los ultimos30 años, y hemos llegado a la situación actual. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con esta opinión de Javier Mato