No hay empleados formados para el turismo

José Contreras, el director de JCI Talent Search, en una interesantísima entrevista publicada en Preferente, dice que “hay una gran demanda de trabajadores cualificados en todos los niveles”. Contreras hace referencia, naturalmente, al turismo y los sectores ligados a él, que es lo que nos interesa aquí. Enumera un conjunto de áreas del turismo en las que el problema es acuciante pero, como señala, se trata de un asunto generalizado en toda la cadena de producción (“Hay una gran demanda de trabajadores cualificados a todos los niveles”).

Aquí la palabra clave es “cualificados”, en referencia a los trabajadores, opuesta a “no cualificados”. Ahí está el problema español. No es un tema de gente, sino de gente formada, que no es lo mismo. Ahí, querido ministro Alberto Garzón es donde nos duele.

Contreras dice que en España no tenemos trabajadores cualificados, y que las empresas turísticas están desesperadas buscándolos. El ministro Garzón, recordarán, en su momento dijo que el turismo no ofrecía puestos de trabajo de interés y que tenía empleo basura.

Efectivamente, hay puestos de trabajo de bajo nivel, para los que sobra oferta porque no se requiere formación alguna y, como dice Contreras, hay puestos cualificados, para los que falta oferta.

¿Es tan difícil ver que España tiene un problema de formación, de educación, de preparación? Y no me refiero a titulados, sino a gente que sepa de verdad. Porque, desgraciadamente, en España tenemos muchos titulados absolutamente ignorantes de todo porque los títulos en nuestro país se pueden obtener sin aprender nada, sin adquirir conocimientos reales.

Los empresarios, el mundo real en definitiva, no está para experimentos. El papel que diga lo que quiera, pero ellos necesitan soluciones a sus problemas y eso pasa por gente que domine el asunto que tienen delante.

Y esa es la carencia de España, da igual si con título o sin título, si con formación profesional o sin ella. Los salarios de los formados nunca podrá ser alto porque sobran, porque el mercado regula a la baja, para su desgracia.

Contreras, probablemente sin quererlo, ha puesto el dedo en la llaga. Por cierto, también necesitamos ministros formados, pero eso es otra cosa.