La respuesta a la pregunta que encabeza este artículo no deja margen para las dudas: para vender el producto, para comercializar. Una feria es un mercado en el que se encuentran compradores y vendedores para cerrar sus negocios.
Eso es lo que es la feria de turismo de Londres, la World Travel Market: un evento pensado para que compradores y vendedores se encuentren y comercien.
Y allí han ido las autonomías españolas. Algunas porque quieren más turistas, pero en el caso de otras, las cosas son más confusas. Baleares, por ejemplo, no quiere ya más turistas porque dice que ha llegado al límite. En ese caso, ¿para qué van a la feria, si el objetivo es vender?
No vamos a entrar en si es o no correcto el enfoque. Da igual, de hecho. La cuestión es que si uno no quiere más visitantes, no los va a buscar; si no se desea incrementar la demanda, no se promociona. Porque una feria es como mínimo promoción, darse a conocer, hacerse ver.
Un evento como este tiene un coste elevado porque al final todos los gastos, de una manera o de otra, terminan en las cuentas del Govern. Incluso lo que usted no se imagina, indirectamente termina siendo pagado por los mismos. Todos los que van, excepto las empresas privadas, terminan repercutiendo el coste en el Govern, de una manera u otra. Ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo.
Lo que es más paradójico ahora es que seguimos viajando incluso después de decir que no queremos más turistas. Supongo que es para asegurarnos de que ya no vendrán más que los justos.