Techo de seda

Este país no tiene remedio. La prueba incontestable es que hoy el director de Aena sigue en su puesto, después de que se haya sabido que este organismo ha convocado un concurso público para la adquisición, en renting, de un coche Audi Q3 Ambiente 2.0 TFSI quattro 170cv S tronic de color negro metalizado Phantom efecto perla, tapizado en cuero y con techo de seda, destinado a la directora financiera, Beatriz Puente.

Este coche se sumará a los otros 21 que tiene el organismo para otros tantos directivos que, como se ve, no tienen ningún reparo en mantener el despilfarro tradicional de este país, pese a que por la prensa dicen que hay una crisis importante, pese a que el aeropuerto de Barajas ha perdido un 15 por ciento de sus operaciones, pese a que todo el sector está clamando por los costes excesivos de las tasas aéreas.

A mí me parece absolutamente de pitorreo que alguien en este organismo dedique un segundo de su tiempo a concebir que el coche Audi tenga que ser negro, que esté metalizado con efecto perla, o que exija que el techo sea de seda. ¿Acaso la sensibilidad, la productividad o la emotividad de la pasajera hubieran resultado alteradas? ¿Cómo se ha llegado a esta especificación? ¿Existe un estudio que determina el impacto de la seda en el techo del coche sobre la operativa financiera de Aena? Y a mí que me da que si la viajera viajara en Metro quizás sería más eficaz, más responsable, más sensata.

¿Entenderemos algún día por qué nuestro negocio aéreo se ha hundido hasta casi desaparecer? Yo solo sugiero a quien lo desee que vea las instalaciones de la sede central de EasyJet en Luton, para comprender por qué estas low cost nos han comido el terreno a nosotros y a toda Europa. Allí sí que jamás ha habido nadie que exija seda ni efectos perla para trabajar. Quizás tengamos que hundirnos del todo para un día empezar de nuevo sin estupideces.