Para ilustrar mi visión de la vacunación, les recordaré un episodio polémico que tuvo lugar en Gran Bretaña al inicio de este siglo. Por entonces, gobernaba Tony Blair, el líder laborista. Un día, tras un atentado terrorista, el gobierno anunció que iba a emprender el camino para la introducción del Documento de Identidad en el país.
Los británicos, como los americanos, no tienen documento de identidad. Es de risa ir al banco a retirar dinero o a abrir una cuenta: han de llevar a veces el recibo de la luz, una carta dirigida a uno, o algo similar, porque no existe manera humana de identificar a la gente, dado que el pasaporte no es obligatorio y, mucho menos, el carnet de conducir. Una parte importante de los británicos se rebelaron: es un atentado a nuestra libertad, decían. Yo los entiendo, pero también sé que nadie, absolutamente nadie en la Europa continental, tiene la menor sensación de no tener libertad por disponer de un documento que lo identifica. O sea, una tormenta en un vaso de agua, algo que ocurre frecuentemente y que puede servir para entender qué nos pasa con las vacunas.
Este 15 de octubre, si usted vive en Italia, tendrá que haberse vacunado, so pena de perder el empleo. Mario Draghi, el primer ministro, decidió este viernes que quien no tenga la vacunación no podrá entrar a ningún local público, ni siquiera al transporte, pero tampoco podrá trabajar ni en una empresa privada ni en una pública.
A mí la medida me parece potente. Desde luego, es controvertida porque hay una tendencia a centrarse en que la libertad de quien no se quiera vacunar se ve atropellada por una decisión pública. Como ocurre con la pérdida de libertad que supondría el documento de identidad en Estados Unidos o Gran Bretaña.
Sin embargo, hay otros enfoques de la misma medida:
¿Debe la mayoría de personas que se ha vacunado seguir corriendo riesgos por que unas personas carentes de argumentos racionales, científicos, y orientados probablemente por una visión casi mágica de las vacunas, hayan decidido no inocularse? ¿Tenemos entre todo que pagar con nuestros impuestos los costes desmesurados que tiene para nuestra sanidad la decisión irracional de muchos ciudadanos de no vacunarse?
En mi opinión, la decisión más justa en este asunto la ha tomado Delta, la aerolínea americana. Es una decisión que no siempre se puede aplicar pero en su caso, desde luego, me parece impecable. Quien no se quiera vacunar que no se vacune, dice, pero como el riesgo sanitario suyo es superior al medio, deberá pagar doscientos dólares mensuales más por ello, lo cual se reflejará en el consiguiente recorte en su salario.
¿Debe el turismo y el transporte, debe el ocio y los gimnasios, el arte y la cultura, seguir paralizados porque estas personas tienen una creencia no fundamentada?
“ Debe la mayoría de personas que se ha vacunado seguir corriendo riesgos”
¿Oiga pero acaso la gente vacunada va a dejar de correr riesgos por que yo me vacune?, el que correrá más riesgo seré yo. No el vacunado. De lo contrario que sentido tiene vacunarse cuando está claro que la inmunidad de grupo no acaba de llegar.
“ unas personas carentes de argumentos racionales, científicos, y orientados probablemente por una visión casi mágica de las vacunas, hayan decidido no inocularse? ”
Yo he decidido no inocularme una vacuna por que creo que se ha desarrollado deprisa y corriendo sin el suficiente período de prueba. ¿ A usted eso le parece casi mágico o irracional?
“Tenemos entre todos que pagar con nuestros impuestos los costes desmesurados que tiene para nuestra sanidad la decisión irracional de muchos ciudadanos de no vacunarse?
Por favor deje de enarbolar la bandera de lo racional, por que usted no monopoliza la verdad ni el racionalismo, y entre todos pagamos los riegos del tabaco, alcohol, obesidad, que son conductas mucho más autodestructivas que las vacunas, médicamente hablando, por que obviamente económicamente el daño que ha generado el pánico colectivo del Covid es inigualable, y ahí los medios han sido los principales responsables, ellos y el pangolin del mercado de wuhan cercano al laboratorio de enfermedades infecciosas. A ver si el culpable es el que ha decidido no vacunarse a las bravas.
“Debe el turismo y el transporte, debe el ocio y los gimnasios, el arte y la cultura, seguir paralizados porque estas personas tienen una creencia no fundamentada?“
Estamos en tasas de vacunación superiores al 78%. Y todos esos sectores siguen muy dañados. Se han paralizado fundamentalmente por el miedo, no porque haya gente que no se vacune. Si La vacuna no impide los contagios, Por que se exige para viajar? Donde está la racionalidad?
Que la vacuna complace y la gente pierde el miedo, pues estupendo para la economía. Yo me vacunaré algún diá si es que lo considero seguro. ¿Le parece algo irracional que decida lo que hago con mi cuerpo?
Acuérdese que en la historia solo aprendemos a base de errores que muchas veces solo se hacen patentes con el paso del tiempo, sin ir más lejos casi todas las verdades relacionadas con el Covid han ido mutando al ritmo que aparecían nuevas informaciones, hemos vivido como muchas verdades que nos han transmitido se han desvanecido con el tiempo. “Aquí no llegarán más que unos pocos casos”
Me tacharan de egoísta, dejémonos de hipocresía ahora va a resultar que la gente se vacuna por ayudar al prójimo. La principal motivación para vacunarse es el miedo, le sigue la presión de grupo.
Me tacharan de negacionista, pero aquí nadie está negando nada. Claro existe el Covid. Pero si No aceptas la corriente de información impuesta, acaban acuñando un término para englobar a los disidentes de esas autoproclamadas únicas verdades.
En fin. Que mucha gente de por buenas ciertas verdades no implica que estas sean la realidad inalienable. En la Alemania nazi, lo correcto era delatar a los judios, para que se los llevaran de viaje en tren.
Muy bien dicho Alb. Parece que los que no nos queremos vacunar, somos unos ignorantes y negocionistas. No señores, nos hemos informado muy bien, y hemos contrastado muchisima informacion y sobre todo no nos hemos dejado influir por este chantaje asqueroso que están ejerciendo los gobiernos. Yo no cederé! Libertad de hacer con su cuerpo lo que uno quiere y resistencia.Y si tengo que dejar de viajar y ir a restaurantes etc... pues que asi sea..
Y yo le hago esta pregunta al que se ha atrevido a escribir semejante artículo.
Tenemos entre todo que pagar con nuestros impuestos los costes desmesurados que tiene para nuestra sanidad la decisión irracional de muchos ciudadanos que ha decidido vacunarse y aún así enferman y mueren ? Por qué para los vacunados sean felices se tienen que vacunar los demás? En base a eso, también se podría aplicar que los ricos repartan su dinero a los pobres para que así nadie pase trabajo y necesidad, ah pero eso no, pero inyectarnos porquerías que no las mismas farmacéuticas se hacen responsables si. El que quiera seguir creyendo esa falsa gripe que se quede en casita o se compre una bola como la que usaba Jhon Travolta en su película
¿Tenemos que pagar la sociedad los elevados costes de los fumadores por ejemplo, porque por ejemplo el tratamiento de un cáncer de pulmón es carísimo, -como otros- por no hablar de largas estacias hospitalarias?, lo mismo se podría decir de la gente que se alimenta mal y/o no hace ejercicio que a la larga le va a provocar problemas cardio o cerebrovasculares que le van a generar lesiones incapacitantes de por vida, muy costosas socialmente. Claro que también podemos darle la vuelta a la torilla, ¿es responsable el estado de que haya mucha gente pobre con trabajo, ochocientos, novecientos euristas que difícilmente pueden alimentarse correctamente ellos y sus familias y que a la larga les va a provocar una mala salud y un alto coste al estado. O lo mismo se le puede reclarmar al estado la responsabilidad por permitir el tabaco, o la carestía de los productos frescos que algunos no se pueden permitir mientras productos ultraprocesados muy baratos son una bomba de relojería sobrecargados de azúcar, sal, grasas trans y/o saturadas cuando tiene la capacidad y en mi opinión la obligación de obligar a las empresas a reducir las cantidades exajeradas de sal y azúcar que los estados no hacen por el poderoso lobby alimentario. Dicho lo cual, aunque parezca lo contrario soy más bien partidiario, con matices, de que todo el mundo sea vacunado. Pero no seamos hipócritas, aquí lo que prevalece no es la salud de la sociedad si no otros intereses que el opinador deja entreveer.
¿Debe la mayoría de personas que se ha vacunado seguir corriendo riesgos por que unas personas carentes de argumentos racionales, científicos, y orientados probablemente por una visión casi mágica de las vacunas, hayan decidido no inocularse?
La respuesta es obvia para cualquier persona con dos dedos de frente, entre los que parece que no se encuentra el sr. Mato.
Si están vacunadas no corren riesgo porque la vacuna les protege ¿o no?
Es curiosa esa vacuna que para que proteja al sr. Mato, seguramente vacunado, me la tengo que poner yo.
¿Tenemos entre todo que pagar con nuestros impuestos los costes desmesurados que tiene para nuestra sanidad la decisión irracional de muchos ciudadanos de no vacunarse?
En esto igual si que tiene razón. Deberíamos de dejar de pagar impuestos.
¿Debe el turismo y el transporte, debe el ocio y los gimnasios, el arte y la cultura, seguir paralizados porque estas personas tienen una creencia no fundamentada?
Aqui hay un error y muy grande. Los que no quieren vacunarse no se oponen a paralizar nada, si acaso quieren paralizar la histeria colectiva que se ha apoderado de la humanidad.
Es esta histeria la que paraliza las cosas.
Y para dar algunos datos que animen la tertulia. Resulta que en Chile tan pronto como se inició la vacunación hasta llegar a ser uno de los paises mas inoculados del mundo se produjo un aumento importante en los contagios que parece que no fue capaz de detener la vacuna igual que ha ocurrido en Israel donde pretenden una nueva dosis.
Pues bien, en el resto de Latinoamérica desde junio bien produciéndose una disminución apabullante en los contagios y los fallecimientos y la única explicación que parecen encontrar es precisamente la difusión natural de los contagios que si que funciona al contrario de lo que ocurre con esa llamada vacuna. Busquen datos actuales sobre Brasil, Colombia, Perú, etc, por ustedes mismos. Ahora no los ponen en la tele cada cinco minutos.
Sencillo. Todo es cuestión de probabilidad. Vacunarse no hace que la probabilidad de expandir infectarse/o infectar sea cero pero la reduce y hace que la probabilidad baje.
Yo me vacuma pensando en eso, bajar la probabilidad al máximo posible de lo que permita la.ciencia. pienso en todos y dentro de ese todos estoy yo por lo que ese es el egoísmo donde me encuentro.
Quien no se vacuna es egoísta, solo piensa en si mismo. Esta claro que mayor proporción de gente vacunada peor para la existencia del virus(de eso no hay duda).
Y ya el egoísmo máximo es pensar en vacunarse cuando no exista riesgo ninguno de que pase nada. Que piensa esta persona qie el resto de los que nos vacunamos somos sus conejillos de indias??
Y aquí no se obliga a nadie . Simplemente pierden derechos a hacer cosas xq el virus se extiende por contacto e interacción y quitar derechos de interacción a quien no quiere bajar las probabilidades de propagaciones/eliminación del virus es un acto legitimo.
Es muy fácil, quien no quiera vacunarse que no se vacune. Pero que no intente confundir tampoco por favor. Que está más que demostrado que la vacuna es efectiva, ojo, no infalible. Y tambien está demostrado el error que implica que haya gente que no se la ponga. Pero hay que entender a los que creen en brujas, magia potagia, religiones y demas.. porque somos libres y hay que respetar a todo el mundo.
El coste de una vacuna normal en años (pongamos 10 años) no es otro que disminuir el coste económico. Cualquier vacuna puede estar lista en menos de 12 meses pero implica un gasto enorme. Justo el gasto enorme que ha surgido como consecuencia de tener la vacuna lista en un corto plazo de tiempo. No es nada nuevo. Pero quien no se la quiera poner que no diga que es porque no se fía del tiempo, o que su bruja le ha aconsejado no hacerlo… que diga la verdad y es porque no le da la gana. Punto.
Seguro que usted no está vacunado periodista
Totalmente de acuerdo con el artículo. Hay que minimizar los riesgos de contagio, y esto sólo ocurrirá si estamos todos vacunados. Y si no se quieren vacunar, son muy libres si... pero que acaten las medidas que se les ponga para no coartar la libertad de los que sí nos hemos vacunado. Así de fácil! Su libertad termina donde empieza la mía...
¿y cuál sería la responsabilidad legal de un empresario, porque de los políticos ninguna como se esta viendo, que obligara a vacunarse a los empleados y, de repente, uno de ellos cayera muerto a causa de la vacuna?
Hay que ver lo cabreados que estais los antivacunas, y similares. ¿No quereis ejercer vuestra libertad de elegir?, perfecto, pero asumirlo con todas las consecuencias.
Estoy vacunado, pero si la efectividad de mi vacuna depende de que se vacunen los demás lo llevo claro. Tendemos a ver el problema desde un punto de vista local. En Europa, el porcentaje de vacunados, no llega al 50%, puede que en España tengamos un 75%, pero en Rumanía no llegan al 30% y hace meses que dejaron de vacunar. A nivel mundial el porcentaje de vacunados no llega al 10%.¿De verdad depende la efectividad de mi vacuna de la vacunación de los demás?