A un conocido profesional del turismo español le propusieron la presidencia de Vueling antes de Navidad. Eran los días previos al sorteo de la lotería y él jugaba todos los números para ganar el gordo. Pero ese profesional respetado en todos los ámbitos, y querido, dijo que no. La suerte suya fue no aceptar.
Enrevesadamente, la propuesta de trabajo le vino planteada a mediados de diciembre del año pasado. Resulta que en vez de llamarlo a él directamente, el ofertante se dirigió preventivamente al ex jefe del ejecutivo para pedirle informes. Lo llamativo es que su ex jefe había dejado de serlo diez años atrás. O más.
Esta llamada de Cruz, insulsa a todas luces, dejó desconcertado al ex jefe. Y mucho más al potencial candidato, cuando éste tuvo constancia. Ninguno de los dos entendió la jugada. Si yo soy Florentino, o Bartomeu -Dios no lo quiera- y deseo contratar a Pogba, ¿llamo antes a su padre para pedirle referencias?
La presidencia de Vueling era atractiva en ese momento, muy sugerente. Pero el ejecutivo ocupaba, y ocupa, un alto cargo en otro grupo, donde no es presidente pero como si lo fuera. Y dijo que no a la aerolínea española más rentable: por los meandros de la propuesta y por lo a gusto que se siente en su actual trabajo.
De haber aceptado el ofrecimiento, el ejecutivo estaría ahora en un sinvivir. Ni él, ni nadie del mundo de la aviación comercial, ni siquiera el propio Cruz sabía el embrollo de Vueling. Una compañía que gana dinero a espuertas por un cúmulo de factores ajenos al buen hacer profesional. Todo por el maldito parné.
Mucho tiempo después -en Vueling las decisiones se toman con parsimonia, por lo que se vio y se está viendo- nombraron a un financiero como sucesor de Cruz. Y ahí está el buen hombre haciendo frente al mayor caos de las aerolíneas españolas. El ejecutivo del no, mientras tanto, vive feliz al pie de la montaña, entre pinos.
¿Y a qué viene esta historia tan rara? No entiendo nada.
La hubierais publicado también si aceptar la oferta hubiera sido una buena decisión? Me temo que no, pero la moraleja, en este caso, no la veo... ¿nos la explicais?
mas raro es tu seudónimo, Ojalá, y, más raro el que no acentúes la a,¿ verdad?, pues yo a quien no entiendo es a ti,porque esta claro que el autor ha publicado una noticia en base a qué no aceptó la oferta, y claro que sería distinto si la hubiese aceptado,pero ese no es el caso, sino el protagonista estaría en la cuerda floja y acojonado con lo que le está pasando. Y eres tan raro que ves la moraleja donde no la hay. Moraleja eres tú. Y , muchachote/a , mu raro.
Pues yo si que le veo miga al asunto.
A saber:
Parece deducirse que el acceso al cargo es libre. No obligatorio.
Da la impresión que ese manta de las sociedades anónimas, accionistas, junta general, etc. Funciona en la teoría. En la práctica parece que una casta se reparte el pastel entre sus conocidos y no por sus conocimientos.
Y por fin hacer notar que para el usuario de a pie es igual que quien le estafa sea un chorizo de barrio que una piara de ejecutivos recubiertos de corporación que cotiza en bolsa. Bueno, igual hasta que tiene que recurrir al gobierno y los tribunales done puede constatar que el del barrio acaba en prisión y los otros se salen de rositas y además se eren como salvadores de la situación. Si acaso piden perdón por aquello del que dirán.
Para ojalá
Gracias a "de los herreros"por qué me ha ahorrado explayarme sobre este comentario absurdo.
Un saludo
Tampoco le veo yo miga al comentario porque si hubiera aceptado la Presidencia, él, tan profesional, no hubiera llevado a Vueling a tanto embrollo y por lo tanto nunca se hubiera encontrado en esta situación por la que ha pasado la Cía.