Exceltur, la patronal que agrupa a las principales empresas turísticas españolas, constata el crecimiento del Sector entre los meses de julio y septiembre gracias fundamentalmente a la “llegada masiva de extranjeros prestados” de otros destinos con problemas de seguridad, es decir, terrorismo, es decir, política.
En los primeros meses del 2016 han sido 3,9 millones de turistas en esa calidad de “prestados” los que eligieron como destino en España huyendo de Turquía o Egipto. ¿Qué sucede en estos países? Seguridad, falta de garantías a todos los niveles, es decir, política.
Por eso me sorprende la irreverencia o pongamos más bien la “ingenuidad” de determinados lectores/opinantes que demonizan o criminalizan cualquier referencia a la “política” en su expresión más amplia. Están en su derecho, sin duda, lo respeto, pero me permito argumentar sin ningún tipo de interés o afán partidario a favor de la consistencia o inconsistencia de modelos políticos. Creo que también estoy en mi derecho. Porque la política en su acepción clásica lo es todo, lo inunda todo, todo le pertenece en la actividad humana. Esto es algo que hace más de dos mil años quedó claro para los ciudadanos que frecuentaban el ágora ateniense. Cosa bien distinta es el tratar de vender gato por conejo con siglas o líderes al uso que duran menos que una entrada para los Rolling cuando estás al filo de los sesenta tacos.
Política es antes que nada seguridad colectiva; sin ella no hay proyecto turístico ni de ningún tipo que subsista. ¿Es tan difícil eso de capiscar? Debería ser algo a saber cuando uno ingresa en la EGB, aunque fuera de la Logse o la Lomce que tanto me da que me da lo mismo. La seguridad en calles, plazas, playas, monumentos nacionales, museos, cines, restaurantes, hoteles es algo esencial para el negocio que nos ocupa salvo que los nuevos listos digan lo contrario. Y lo demuestren. Las cifras de turismo “prestado” cantan por si solas y si no pregúntenselo los más incrédulos a los empresarios tunecinos, magrebíes o egipcios. Y también griegos cuyo país pertenece, al menos por ahora, a la Unión Europa y a su zona euro.
IVA, IMPUESTOS, Y DEMÁS ÓBOLOS
¿Es política o no establecer el IVA turístico en el 5 o el 20 por ciento? Debe ser cosa del director del circo municipal. ¿Es política o no poner o subir las tasas a los establecimientos hoteleros según la zona? Debe ser asunto de la entera soberanía del párroco del lugar. ¿Es política o no que las empresas turísticas tengan que adelantar el pago de sus impuestos sin todavía haber cobrado a sus clientes? Por lo visto es una cuestión de la competencia exclusiva del conserje del Camp Nou.
La política no es ni puede ser ajena al sector turístico al igual que no lo es en ninguno. Cosa bien distinta es que en las informaciones -¡ojo! IN-FOR-MA-CIO-NES, que no opiniones- se ofrezcan con tendencia de una parte u de otra, cosa que yo no he hecho nunca y tengo para mí que este diario tampoco. Me interesa mucho subrayar estos extremos que deberían ir de suyos en lectores tan avezados como los que aquí nos constan.
¿CÓMO QUEDARSE CON LO “PRESTADO”?
Escrito lo anterior para que nadie me tome el número cambiado o me tome como el palancanero de Bavieca, voy a lo esencial. Confirmado el dato de que a final de año habrán pisado la vieja Hispania cuatro millones y medio de turistas “prestados” el Sector, los industriales del mismo, sus trabajadores, los responsables institucionales del Gobierno, CCAA, diputaciones y ayuntamientos deberían procurarse el esfuerzo máximo para que lo eventual resulte permanente. Nos iría mejor en la riqueza nacional (nadie reparte lo que no tiene), creación de empleo, sostenimiento de la caja de la Seguridad Social y por decirlo todo un más venturoso futuro.
Si alguien se deja caer por estos lares porque no puede ir a otro lugar y resulta que España “camisa blanca” le impacta seguro que volverá. Si por el contrario sus vacaciones resultan un desastre porque le engañan en el alquiler, en el hotel, en el restaurante y en el taxi, nos mandará a paseo con toda justeza. Es la mejor campaña de publicidad y la fidelización de todos los servicios que se prestan y que tanto preocupa a los emprendedores de la cosa pasa necesariamente por ahí. El resto es mero disparar con pólvora del rey.
Espero que, por una vez, se me haya entendido todo. O casi.
Un columnista que jacta de serlo ha de saber aceptar las criticas con la loable categoría de la modestia, analice sus columnas y exigiéndose la mínima pizca de imparcialidad entenderá que intenta colarnos su discurso de púlpito. A veces bien escenificado.
Podría ser perdonable que con tanto multisectarismo suyo confundir los términos, pero entonces habria que tener la necesaria modestia.
Cuando escribe que nadie me tome como el palancanero de Babieca
quiere decir que nadie le tome como el lugar donde se asea un
equino..? O es otra cosa...cosa que es cosa que no parece y es.
O es usted tan docto en chascarrillos ya ni usados que hace que
los que no estamos ni vivimos en la Vieja Hispania porque somos
de esta tierra hoy llamada España solo vivimos por desgracia en el sin vivir que políticos y otras "estirpes malsanas" marcan.
Disculpe a los lerdos y lerditos; no se le entiende casi nada.
Ahora sólo nos queda ser honrados y benéficos. Es eso lo que nos enseñaron en las escuelas ¿Verdad? Pues tranquilo, procederemos rectamente. ¿Y si lo que se enseñó en la escuela tiene que ver con los valores de una sociedad cleptómana? Ah... entonces perderemos los cinco millones de ciudadanos prestados. La política tiene que ver con lo que se enseñó antes.
Don graciano: aplique la vieja máxima: ladran, luego cabalgamos. A mi y a muchos lectores nos gustan mucho sus columnas y su escritura.
Naturalmente que influye la política en nuestros negocios. Que se lo pregunten a Iberia o Air Europa y los hoteleros en Venezuela.
Pero Amalia, por Favor... si Don Graciano es fantástico
sobre todo cuando escribe esas palabras tan llenas de
filisofía como "chorroborros"... no se apure; pasa res.
Si Don Graciano faltara los lunes no serían lo mismo.
Doña Amalia está usted equivocada, no ha apostado por el jinete ganador. Pero claro si es capaz de comparar comentarios con ladridos hacia su jinete es que está no en otro hipódromo, ni en otra carrera de canódromo, quizá.... celestial???