Acabo de leer en Preferente un artículo reciente sobre el clamor y disgusto que ha ocasionado a la muy pacífica sociedad de Bali, la foto de una chica occidental en bikini en postura gimnástica en la entrada de un templo. Vaya por delante que Bali es un lugar muy querido por mí y por mi familia, donde tenemos amigos extraordinarios, como Pak IB Lolec, y su familia y donde hemos pasado algunos de los mejores momentos de nuestra vida. Más aún, no creo que ningún lugar sobre la Tierra me haya enseñado más sobre las cosas más profundas de la vida, después, por razones obvias, de mi España y Mallorca de nacimiento. Pero no creo que ese amor por la isla de Bali, su gente y su espíritu, influya en lo que escribo a continuación.
Seguro que hay quien piensa que la chica que exhibía su cuerpo en bikini está en su derecho a hacerlo. Es su libertad y es su cuerpo, dirán. No puedo estar más en desacuerdo. Seguro estoy de que los que piensan como digo, afirmarán que soy un carca, sino un fascista, que es un calificativo que cuelgan a quien quiera que no piensa como ellos, sin saber lo que es o fue el fascismo y sin saber que vilipendiando a quien no piensa como ellos, son ellos mismos los que caen en actitudes fascistas
Hace años, ya no pasa, afortunadamente, me producía horror y rabia ver a turistas, varones en ese caso, a torso descubierto, visitando la Catedral de Palma. Ese mismo sentimiento de ultraje, tal vez más profundo, porque su espiritualidad es mayor que la mía, es el que sintieron en Bali cuando vieron la foto. Para ellos fue una mezcla de grave pecado contra su Dios y de desprecio y humillación contra el pueblo creyente de Bali, que, seguramente, será el 99% del mismo.
La mujer de la foto y quien se la hizo o bien son unos absolutos iletrados, o bien son unos lamentables egoístas que consienten en ofender en lo más íntimo a un pueblo entero por el placer, banal y efímero, de colgar una foto en las redes sociales. O bien son sacrílegos, que no creo o no quiero creer.
Que pase esto y que se repita frecuentemente por parte de jóvenes occidentales en sus viajes por el mundo nos debería hacer pensar porqué son incapaces de pasar de los grandes principios a las acciones concretas. Creen en la libertad y, al tiempo, faltan al respeto mínimo a los demás. Creen en el medio ambiente, y tiran al suelo papeles de hamburguesas y preservativos usados, en cualquier rincón de España en donde aparcan para pasar un rato, cuando, además, hay una papelera a cinco metros. Luchan contra la opresión del capitalismo y las multinacionales y no son capaces de respetar ni lo más íntimo de la gente humilde del tercer mundo
En China, las agencias de viaje dan información sobre el comportamiento debido en destino, después de haber sentido vergüenza tan a menudo porque algunos entre sus compatriotas hayan escupido en la calle o “firmado” en las paredes de las pirámides. El gobierno de China retira el pasaporte al que ofende a los habitantes del país visitado. A la mujer del bikini, se lo retiraría a buen seguro. No digo que actuemos como China. No acierto a definir posibles acciones. Pero sé bien que querría que la mujer del bikini y su fotógrafo sintieran una porción de la vergüenza ajena que yo he sentido y de la repulsión que me han causado
totalmente de acuerdo. Hay que respetar para hacernos respetar
muy de acuerdo con el articulo. Es una falta de respeto que desgraciadamente habla de la incultura de la chica y del fotografo.Bali es una isla exepcional, donde puedes aprender la espiritualidad y la tolerancia y está claro que esta foto no tiene nada que ver con ninguna de estas cosas. Creo que en los colegios deberian de enseñar el respeto a otras culturas y que no todo vale. Esta foto no tiene nada que ver con la libertad. es una falta de respeto.