Más agravio al Turismo del Gobierno

Rajoy y su equipo económico lo han vuelto a hacer. Han demostrado la prioridad que para ellos tiene el Turismo. Desde que han entrado en el Gobierno, han reducido a la mitad el dinero consignado para la primera industria del país. El día de la presentación de los PGE, el jueves, dos fueron las medidas estrellas anunciadas: ayudas a los lácteos y más subvenciones al automóvil.

Es decir, más dinero público que sumar a los ya otorgados a la automoción, mientras se agudiza el recorte para el Turismo. Más agravios para la industria con mayor capacidad tiene para generar empleo, al estar su demanda vinculada al extranjero, y por tanto, la que más puede ayudar a reducir el déficit.

Porque el objetivo número uno del Gobierno es el de reducir el déficit. Y eso no se consigue simplemente subiendo impuestos y recortando gastos. Hay que mirar lo que esas acciones llevan implícito, porque más tributos y menos estímulos frenan el consumo. En lo que hay que fijarse es en encoger la diferencia entre ingresos y gastos. Y es de libro que incentivando al consumo es la forma más valiente y rápida.

El Ejecutivo puede pensar que los extranjeros han gastado casi 39.000 millones hasta agosto, un 6 por ciento más interanual, y que ello ha sido después de recortar la partida en Turismo. Y ello sería un error porque si esto ha sido así es por la persistente inestabilidad en El Magreb.

Lo que está provocando el Gobierno con su trato al sector turístico es su depresión en los años venideros. Los frutos de un gobernante florecen cuando dejan sus cargos, en la primera legislatura de su sucesor --¡Que se lo pregunten a Zapatero!, ¡y a Rajoy!--. Los grandes touroperadores europeos siguen observando con recelo lo que ocurre en una región que se ha vuelto a levantar con unas caricaturas. Pero no se puede confiar la política turística a largo plazo a ello.

Y los agravios no solo vienen del área económica, de Montoro y los suyos, cuya falta de rigor a la hora de presentar las cuentas es alarmante. Tampoco los ministros más apegados a nuestra industria han demostrado dar la talla. Sonroja aún recordar ‘el favor’ que Soria hizo a las agencias y aerolíneas, y también sobre lo que Pastor dijo de quitar la licencia a Ryanair, ignorando su incapacidad para ello. Aunque lo cierto es que eso es una anécdota comparado con el ‘hachazo’ sin precedentes a las aerolíneas con la subida de tasas.

Aena prevé para 2013 un beneficio notable, a costa de las aerolíneas, que han recortado vuelos todas para los próximos meses. Unido al alza del IVA, este Gobierno ha hecho a nuestro país mucho menos competitivo y atractivo para el turista. Dentro de dos años ello traslucirá con toda su fuerza y dramatismo. Los responsables estarán claros.