¡Mucho ojo con China en el negocio turístico!

Leo en preferente.com que de los 70 alumnos inscritos y matriculados en el Máster de Turismo Internacional que acredita la cuitada Universidad Rey Juan Carlos más de la mitad son chinos.

No me sorprende. Conceden a la actividad turística un valor de alto contenido estratégico. Hace unos meses tuve ocasión de visitar el inmenso territorio asiático a propósito de temas vitivinícolas y turísticos y me pude percatar de los avances extraordinarios que el primer país comunista del mundo (téoricamente hablando, claro, porque su capitalismo es del todo salvaje) está haciendo en este emergente quehacer humano.

Y ello tanto a nivel académico como práctico. La apertura económica decretada en su momento por el premier Deng Xao Ping (“gato negro, gato blanco lo mismo da si caza ratones”) a la muerte del presidente Mao, ha conseguido que su economía crezca en dígitos extraordinarios, aunque alguien me dirá que no es oro todo lo que por allí reluce; y tendrá razón, sin duda.

Los chinos son gente práctica que ha sufrido mucho. No es un pueblo que suele esperar nada de las estrellas (dada, entre otras cosas, su turbulenta historia) y, por ende, lo fía todo a sus manos, al trabajo de sol, a sol.

Bien. Quería escribir y escribo que tanto las autoridades oficiales chinas con sus principales empresarios se percataron de forma inmediata de la potencia del turismo en todos los aspectos de la vida, esencialmente, en los intercambios económicos por un lado y, por otro, en la posibilidad que ofrece de vender China en su cultura, en sus tradiciones (a las que están tan apegados) e incluso en su modo de vida y valores.

MADE IN SPAIN

Durante la gira que realicé, junto con algún otro colega periodista, estuve en San-nya, considerada como la estación turística tropical china que puede codearse con las mejores del mundo en número y calidad de hoteles e , incluso, en precios altos. Era en términos generales muy “USA” pero había detalles de “know how” también muy de la industria española del sector con ese toque tan genuinamente “made in Spain”.

Todo el mundo sabe a estas alturas que China tiene muchos recursos económicos pero todavía les falta mucho profesional cualificado en la industria turística tanto en lo referido al plano académico como al estrictamente profesional. España ofrece unas posibilidades inmensas en este último vector.

Sería cuestión de aprovecharlas. Porque esos 40 alumnos de la URJC han venido por su propio pie. Nadie les ha llamado para cursar su master en Turismo Internacional. Es todo un dato. ¡Mucho ojo! Porque están a un paso de situarse como primera potencia económica del mundo y ahora se les ofrece una oportunidad única con la llegada de Donald Trumpp al Despacho Oval.

Tengo para mi que esa emergencia chinesca en asuntos turísticos representa una doble oportunidad para los empresarios españoles de la costa. La primera, vender su saber hacer y experiencia en aquel inmenso territorio. La segunda, que pongan sus ojos en España para relanzar desde este país su propia oferta.

¡Al loro, amigos!

TRANSPORTE

Es de tal obviedad que no hará falta machacar el argumento. Para el desarrollo turístico hay algo fundamental el transporte. Sin transporte no hay turismo. Lo estamos viendo con ciudades donde llega el AVE y los territorios españoles descriminados al respecto.

Ahí tiene por ejemplo dos ciudades del interior como son León y Segovia que han visto incrementar de forma extraordinaria sus negocios turísticos tras abrirse al ferrocarril de Alta Velocidad.

Esta empieza a ser una forma de discriminación entre territorios y ciudades. Y pronto, quizá España, habrá que dividirla entre aquellos que tienen AVE y los que están al pairo.

Es ahí donde el poder público tiene que jugar a ser justo, además de honrado.