La ministra Maroto redescubre el Mediterráneo

Cuando los políticos están de paso al frente de las competencias estatales de un departamento ministerial con varias denominaciones, como es el caso de las pocas que retiene la Administración central española en relación con nuestro sector, suelen tener ideas que posiblemente consideran brillantes. Pero a veces, como ahora sucede con la ministra en funciones Maroto, resulta que únicamente redescubren el Mediterráneo.

La ministra en funciones ha aprovechado un contacto con su equivalente de Croacia durante la World Travel Market para proponerle la creación de una Dirección General de Turismo en la Comisión Europea. Como he dicho, ha redescubierto el Mediterráneo. Porque la Comisión tuvo una estructura, unos planes de acción y hasta un premio sobre Turismo y Medio Ambiente.

Aquello acabó como el rosario de la aurora debido a la corrupción de algunos intervinientes, si no recuerdo mal franceses y griegos. Corrupción a un lado, los entonces grandes operadores turísticos de los países emisores del norte y centro de Europa -cuya clientela industrial, o sea hoteleros y agencias receptivas, estaban en el sur -las costas mediterráneas- utilizaron todo el poder y grupos de presión comunitarios para evitar que en la Comisión hubiera una estructura política y burocrática más, cuya función hubiera sido poner trabas al libre comercio. De ahí que el Turismo tuviera un paso fugaz en el ámbito de las preferencias de los dirigentes de la Unión y, por tanto, de la Comisión.