Regalos en el sector turístico

No hay mejor regalo que pueda hacerse a nadie que un viaje. Sea de mero placer, descanso, cultural o de trabajo.

Dicho lo anterior lo que ha motivado la dimisión fulminante del vicepresidente de gobierno autónomo balear, Biel Barceló, (Mès per Mallorca), es que políticamente tenía una cara y en su vida personal otra.

En este caso como en otros no creo que nadie pueda “venderse” por un mero viaje al Caribe por muy lujoso que sea. Salvo que el “comprado” sea tonto de capirote, cosa que no creo en el asunto del taimado y dimitido (por la presión mediática) Barceló.

Hay un asunto calve en todo esto. Durante décadas hemos visto y comprobado muchos regalos en el sector turístico por parte de dirigentes con responsabilidades políticas. Unos “gratis total” a costa del presupuesto bien en empresas de titularidad pública o entidades del mismo cariz. Fue el caso del ex ministro socialista Carlos Solchaga cuando era ministro de Economía y Hacienda. Creo que lo “público”, es decir, dinero procedente de los bolsillos del contribuyente, es capital a la hora de repartir posibles responsabilidades. Dicho lo anterior, también hay oscuridades cuando el regalo proviene de empresas privadas que pueden recibir alguna o mucha prebenda por parte de los invitados con posibilidad de adjuntar contratos o subvenciones.

Lo realmente sustancial en el caso que nos ocupa es que el tal Biel Barceló vino colgado del brazo de una formación local que exigía “manu militari” la limpieza ética entre todos aquellos que decidieran dedicarse a los asuntos públicos. Desde esa posición debería saber que no podía subirse al avión y alojarse en un hotel (gratis total) en Punta Cana. De modo y manera, que ha hecho bien en presentar su renuncia a la presidenta Armengol.

Mera cuestión estética. Lo cual nos permite también colegir que la corrupción (aún la de baja intensidad) tiene poco que ver con partidos y sí mucho con personas.

El chasco debería servir también a los empresarios a una mayor observancia en cuestión de regalos y viajes gratis. Tal y como bajan las aguas por estos lares lo mejor es evitar el peligro. Porque el que lo ama en el termina pereciendo.

RECUPERAR EL TURISMO CATALÁN

En esas estamos y volvemos. Los datos son tozudos. El turismo catalán –uno de los hasta ahora más boyantes de España desde hace muchas décadas- está sufriendo la intemperie de los secesionistas a los que les importa una higa el interés general de la ciudadanía que dicen representar. Los dígitos tienen una importancia sustancial tanto a nivel micro como macro.

No voy a perder el espacio repitiendo aquí lo que ya todos los profesionales del sector conocen. La cuestión esencial es si es posible recuperar ese nivel turístico de excelencia (en cuanto a visitantes) o no. A corto plazo me temo que será difícil. Sobre todo, si en algunos establecimientos te perdonan la vida por no ser catalán o te dicen que la tasa turística se va directamente “a Madrid”.

A todos, sin duda, nos interesa que la recuperación turística de Cataluña sea un hecho a no tardar. Pero me temo que el 21-D no va a ofrecer ninguna perspectiva para que ello suceda.

La pregunta se la hacen hoy muchos profesionales del Sector. ¿Se merecen los catalanes lo que les está ocurriendo? Oiga, unos sí. Otros, definitivamente, no.

Lo escrito amigos. No hay mejor regalo estas Navidades que un viaje. A ser posible pagado por uno mismo.