Ryanair puede estar tranquila

Ryanair puede respirar más que tranquila. La expectación por el anuncio de rueda de prensa de la ministra de Fomento para hablar sobre “seguridad aérea” quedó en decepción. No podía ser de otra manera, tratándose de Ryanair, el primer cliente de Aena, dependiente del departamento que dirige Ana Pastor, y que ahora ha dado un gran hachazo a todas las aerolíneas con tal de parecer atractiva ante su futura venta a inversores privados.

Las palabras de la ministra –una de las más elogiadas del Gobierno por su prudencia, capacidad y ecuanimidad—sonaron a una música ya conocida entre esta clase política, con aquello de que “haremos” y “prometemos”, y que una vez el tema deja de estar de actualidad, nadie se acuerda. Ha sido una buena operación de imagen el hecho de salir en un momento como este ante los medios a proclamarse como defensora de la seguridad en los aviones, pero pedir competencias a Bruselas en un momento como este es algo de cuyo éxito cualquiera dudaría.

Ryanair ha subido en Bolsa un 8,5 por ciento en el último mes, cuando se han acumulado sus incidentes aéreos en España, y una sobreexposición mediática gracias a la cual la low cost “ha vendido más”, como se jactó el presidente de la compañía ante la prensa. Es decir, que quienes se juegan su dinero creen que todo este runrún quedará en nada, que se diluirá con el tiempo, y que como dijo el propio O’Leary, era cosa de agosto y de que “habían terminado las Olimpiadas y no hay noticias”. Una vez más, los hechos parecen dar la razón a este hombre que en sus comparecencias ante los fotógrafos representa a Iberia disfrazada de ‘vampiro’, muestra de su profundo respeto por la competencia sana.

Qué decir de los exempleados de Spanair. Cuesta olvidar aquella provocación del presidente de la low cost a quienes acababan de perder su trabajo. Y lo que debieron pensar al caer que parte de sus impuestos acaban en la caja de Ryanair, revestido de acuerdos de marketing de las Comunidades Autónomas. Es verdad que la irlandesa no mató a Kennedy, pero también lo es que recibe subvenciones, dinero público, del contribuyente. Nada habló la ministra sobre ello. Ryanair respira tranquila.