Hace unos meses en la muy tropical ciudad de San-nya (China) encontré esta máxima en uno de los milenarios monolitos que coronan la principal ciudad turística del gigante asiático: “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”.
Eso es justamente lo que pretendo hacer de este rincón de “Preferente” que los Rafaeles han tenido a bien concederme y que agradezco en toda su extensión. Este medio es la referencia informativa fundamental para un quehacer que emplea directamente casi dos millones de personas en nuestro país y otros tantos indirectos. Nunca me gustaron las marginalidades aunque las respete. Por ello y por el prestigio cosechado durante tantos años firmo aquí. Con orgullo y sin ningún complejo.
El sector turístico no es algo ajeno en mi ya larga trayectoria profesional. Y tras confesar que he vivido prometo no volver hablar del que suscribe. Los periodistas nunca somos noticia y si lo somos, malo. Al fin y a la postre, lo sustancial es desentrañar lo que apunta directo al corazón de un quehacer que aporta un 12 por ciento al PIB de la Nación y en buena parte depende nuestro futuro colectivo.
En mi regreso al lugar que nos ocupa quisiera dejar un primer apunte que se me antoja vital siempre en la defensa de un sector que cambió la faz de España y permitió ya en los lejanos años de finales de los 60 otear nuevos horizontes que luego se confirmaron. Venturosamente para el interés general de un país donde la suprema ambición es inscribir su nombre entre las muchas y variadas mamandurrias avaladas y aseguradas por los Presupuestos Generales del Estado.
En un mundo de liderazgos globalizados --en España das una patada a un folio y salen próceres por doquier pero cada uno en su tajo--, los Matutes, los Barceló, los Fluxá, los Hidalgo, los Escarrer, los Riu, los Catalán, los Carrillo, los Piñero, los Sarasolas y un largo etcétera son imperios consistentes levantados sobre empujes y liderazgos personales y familiares. Claro.
EMBRIDAR AL LEVIATÁN
Pero se echa a faltar un liderazgo conjunto que represente a un lobby que tiene sustancia y talento emprendedor para ser defendido y aún reivindicado. Máxime en las coyunturas difíciles en las que chapotean.
El liderazgo pasa por la representación y la legitimidad. Se necesita una cara y una voz en la que poder sintetizar un esfuerzo y un riesgo colectivo. ¿Para qué? Sustancialmente para hacer llegar su verdad a las instituciones, sí, pero también al conjunto de la sociedad a través de los medios de comunicación. Porque, oigan, nadie ama lo que no conoce. Esto ayer como hoy pero mucho más hoy.
Conozco los demonios familiares dentro del Sector. Las rencillas y las envidias levantadas al socaire de argumentos “ad hominem” que no pueden ser recibo en la búsqueda de un bien superior. Fuera de la barca no hay salvación. Para nadie. Es la hora de escribir que no existen salvaciones individuales so pena de que nos coman a todos e indistintamente la merienda.
Un líder “killer” que salga del armario para decir sin ambages al poder público que exigen un interlocutor con capacidad técnica, solvencia profesional y la honradez estimada para que oiga pero sobre todo que escuche. Con los oídos abiertos y limpios.
Un líder “killer” para susurrar bien alto en los medios que el Sector requiere un respeto cuando no una consideración. Para vocear a la sociedad en su conjunto que los emprendedores de la industria turística no son un atajo de ganapanes ligados a sus propios egoísmos.
Les debe quedar meridiano, mis queridos amigos, que o lo hacen o se lo hacen. O lo cooptan o se lo imponen. Ahora que un nuevo poder ejecutivo está en ciernes de sustanciarse. No son estos tiempos propios para la lírica.
Ahí me quedo en esta primera entrega. No sin antes recordarles que viajar permite antes que nada perder el miedo al futuro.
En esas estamos.
Soy un gran admirador suyo y me alegro por su colaboración con este digital que es referente en el mundo turístico y que yo sigo a diario.
Me alegro muchísimo leer aquí a un maestro de periodistas como Graciano Palomo.Y felicito también a Preferente.
Y que tal ante tanta perifrástica pasión la proposición
por consideración de tanta importancia en el pib.
Que ese nuevo poder ejecutivo; aparte de la parte que
les corresponda creen ya en exclusividad un ministerio
de turismo, con un ministro o ministra que venga, sea,
sepa y se preocupe de los asuntos de nuestro sector.
Y no el lugar a donde vayan a parar los favorecidos por
las necesidades de favores que tienen algunos "killers"
magnifico articulo
Suelo ver a Graciano Palomo en televisión. Es un autentico "crack". Me felicito de que esté escribiendo aquí. Ya sabía que era un conocedor del sector turístico de su etapa con Hidalgo Bienvenido.
articulo muy revelador de lo que ocurre en nuestro sector. De una vez por todas hay que organizarse.