Menos mal que Baleares vive del turismo; menos mal que todos dicen que este sector es clave en sus planes. ¿Qué estaría ocurriendo si no fuera así, si no fuera que nuestros políticos, al darle esta importancia al turismo, cuidan meticulosamente lo que hacen en esta consejería?
En el último mandato de los socialistas, hubo tres consejeros, de los que dos acabaron –y aun están– en prisión; en el siguiente mandato, conservador, hubo dos consejeros, de los cuales uno acabó investigado. En este mandato, tras mil promesas de enmienda y después de firmar todos los códigos éticos y megaéticos que queramos, todos los cargos, todos, han terminado dimitiendo. La consejería tiene una dirección general y la dirección de una agencia pública. Pues bien: a día de hoy ya han dimitido la directora general, Pilar Carbonell, el director de la agencia de turismo, Pere Muñoz y ahora también el consejero, Biel Barceló. No está mal como récord. Ni como contraste a las promesas de regeneración.
Observen algo aún más paradójico: el turismo, pese a que estos cargos viven en un lío constante que les ahoga y arrolla, sigue creciendo. Nunca antes en Baleares había habido tantos turistas. Todas las casas, todos los apartamentos y todos los hoteles estuvieron llenos este verano. Y eso que no tenemos a nadie al frente. Porque, aunque es verdad que el consejero dimite ahora, lleva ya varios meses de líos, una vez que se supo que se le habían adjudicado contratos de forma presuntamente irregular a su jefe de campaña.
Así, pues, ahora se abre un periodo de búsqueda de consejero, para el cual supongo que el Gobierno aceptará al primero que pase por ahí, porque, como ven, estamos llegando a tal nivel de caos, de incompetencia, de degradación de la política, que entrar en esa consejería prácticamente supone un seguro de acabar mal. Sólo faltaba que en esta situación, vayamos a pedir que el sustituto de Barceló tenga idea de lo que es el turismo, que sea serio o que sea responsable. Con aguantar vivo será suficiente.
Qué patético es...lo mejor que ha hecho sin duda, dimitir.
El record fue la legislatura de Bauza y la de Matas: 5 conselleres
Y por que no ponen un profesional del turismo y dan una lección de sentido común impulsando y protegiendo nuestra gallina de los huevos de oro. Claro, es una cuestión de huevos de oro y les interesara mas poner un payes del partido sin ningún conocimiento en turismo. Así van las cosas...
Esto quiere decir que el turismo no necesita políticos...