Soria: el beneficio de la duda y su problema

Se está pidiendo la dimisión del ministro de Turismo de España a raíz de su aparición en los ‘Panamá Papers’. Lo hacen los partidos políticos competidores del PP y una buena parte de los medios. José Manuel Soria no presentará su baja como responsable de Turismo porque niega todo lo que se está publicando. 

Dice Soria que es falso que él esté vinculado a esa sociedad en la que figura su nombre. Y que va a pedir responsabilidades sobre los papeles y lo que se publique. En síntesis, que todo es mentira. Tiene el ministro de Turismo todo el derecho a defenderse. Como cualquier otro implicado, le asiste el beneficio de la duda. Pero...

Algunos piden que se retire ya, sin esperar a la comisión rogatoria. Incluso en su propio partido verían bien que se fuera, con la que le está cayendo al PP y con las elecciones a la vuelta de la esquina. La mujer del César... A Soria le ampara la presunción de inocencia. ¿Y si no fuera cierto que cometió delito?

Si dimite estaría reconociendo que evadió capitales. Y si no lo hace le causará daño a su partido y al país. Difícil tesitura la suya. Soria es amigo personal de Mariano Rajoy y eso es bueno y malo para él. El nombre del ministro canario ya apareció en una sociedad offshore de las Bahamas. Eso también le pesa.

En este caso, la duda es a la vez un beneficio y un problema. Cuanto más pronto aclare su situación, mejor. Si no, que se despida. Como dijo el gran empresario Gabriel Barceló, este ministro no ha sido gran cosa por el Turismo. Pero no que se le condene así por así, por muy estirado y poco simpático que sea.