Esta noche vamos a dar el último adiós en una iglesia madrileña a Gonzalo Pascual, fallecido el pasado día 21 de junio a los 69 años. En la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) se le recordará siempre por su caballerosidad y su profunda convicción en el asociacionismo empresarial del sector aéreo español, al que estuvo ligado hasta los dos últimos años.
Gonzalo Pascual fue un hombre de honor, con una buena familia. Hombre inquieto y luchador de múltiples batallas. Tuve el honor de su amistad y de trabajar junto a él durante más de cuarenta años. Se que luchó con todas su fuerzas por ganar la última batalla, por su honor, su apellido y el legado de sus hijos. Al final, perdió la guerra. Con tanto dolor y tanto sufrimiento se le partió fulminantemente el corazón. Como escribió un poeta, creo que Machado. “Temprano levantó la muerte el velo. Temprano madrugó la madrugada. Tanto penar para morirse”
La trayectoria empresarial de Gonzalo Pascual ha estado ligada, durante más de cuarenta años, al sector del transporte aéreo y al turismo. Creyó en el asociacionismo como herramienta de lucha empresarial y desarrollo del sector aéreo español. Estuvo en primera fila defendiendo la liberalización del sector aéreo en España, así como su modernización y cuya consecuencia posibilitó que una gran mayoría de españoles pudieran viajar por el mundo a precios muy asequibles.
La quiebra del grupo sumió a Gonzalo Pascual en una profunda tristeza y ensombreció una exitosa trayectoria empresarial que arranca en 1964. Todas las maldiciones, males y culpas caen sobre él: es el vencido. Pero nadie debe olvidar que este hombre era un exitoso emprendedor, que creó más de 200 empresas y uno de los grupos empresariales más dinámicos del sector turístico, que dio empleo a miles de trabajadores y fue durante muchos años un ejemplo de gestión y un modelo de organización, que contaba con las medallas de plata y oro al Mérito Turístico.
Descansa en paz, amigo Gonzalo.
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