La resistencia global hacia las compañías aéreas del Golfo está creciendo como se vio durante la semana pasada. Mientras es ya conocido que American Airlines, Delta Air Lines y United (conjuntamente los "US3") en Estados Unidos y Air France-KLM y el grupo Lufthansa en Europa han adoptado una postura muy crítica y documentada contra Qatar Airways, Etihad Airways y Emirates (colectivamente el "ME3"), tras muchas vacilaciones, ahora también las aerolíneas más pequeñas han comenzado a dejar sentir un creciente coro de oposición.
El miércoles vimos que la no tan pequeña Avianca pedía al gobierno colombiano que rechazara una propuesta qatarí para tener cielos abiertos. Consciente del impacto financiero que los cielos abiertos de los pequeños estados del Golfo han tenido en el mercado intercontinental de Estados Unidos, Avianca dijo que cualquier acuerdo bilateral tendría que basarse en una "reciprocidad real y efectiva". La pregunta aquí es ¿cómo se garantiza la "reciprocidad efectiva" con un país cuya única puerta de enlace principal -Doha- se utiliza más como un punto de tránsito que como un destino final?. Ultimamente hay que perdonar a los ejecutivos de Avianca por decir semejante sandez, cómo va a volar Avianca a Doha, que tráfico tiene desde Sudamérica hasta esos inhóspitos parajes, precisamente cuando las compañías del Golfo le impedirán pasar por Doha, o Dubai y alcanzar Asia.
En el mismo sentido, el gobierno de Kenia acaba de retirar la autorización a Emirates para efectuar un tercer vuelo diario entre Dubai y Nairobi sobre la base de que quería "asegurar la paridad en el ejercicio de los derechos concedidos". Aunque la medida inicialmente se dirigió a la compañía con sede en Dubai, pronto se amplió a otras treinta y cuatro líneas aéreas extranjeras que buscan aumentar sus frecuencias a la capital keniana. Y el secretario principal de Transportes de Kenia fue bastante contundente al explicar el motivo de su decisión: lo que esconden Emirates, Qatar o Etihad y, por supuesto, proteger a la aerolínea nacional Kenya Airways.
La competencia es de suma importancia; debe haber competencia para favorecer a los usuarios. Pero debe ser competencia leal. Lo contrario haría muchísimo daño a la aviación mundial.
(Hablando de competencia, debo manifestar que últimamente que tengo que viajar al Caribe, Iberia sigue siendo Iberia. Su servicio, puntualidad y amabilidad siguen siendo superiores. Iberia ha sido en nuestro país para todos nosotros los profesionales del sector un "referente"; y me alegro de poder decir que lo sigue siendo. Buena labor la que ejercen los hombres y mujeres de Luis Gallego.)
Competencia desleal entre compañías estatales? Competencia desleal es lo que hace IBERIA con Air Europa!