Los empleados de Delta adquirieron por 30 millones de dólares un Boeing 767-200 en 1982, el primero de la flota. En ese momento, la compañía estaba pasando por un momento económicamente turbulento, y tres tripulantes de cabina iniciaron una recaudación de fondos entre todo el personal de la empresa que dio como resultado la compra de este 767. Este hecho es totalmente desconocido a día de hoy en el negocio de las aerolíneas, o cualquier negocio de este sector.
El Espíritu se convirtió en el embajador de Delta en sus 24 años de servicio comercial hasta su retiro en 2006. Durante este tiempo llevó cuatro esquemas de pintura, incluyendo uno para los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta y otro que conmemora el 75 aniversario de la compañía aérea.
Este avión hito ha sido pintado en diferentes ocasiones sobre su librea original de 1982 y ahora está en el Museo del Patrimonio Delta en Atlanta. La parte trasera de la cabina es una sala de reuniones, la mitad del fuselaje es una exhibición impresionante como museo de Delta, mientras que una pequeña parte de la cabina económica y de la cabina de primera clase se mantienen intactas.
El transporte aéreo de este país necesita de iniciativas como estas. Pero qué se puede hacer contra la Soberbia, la Avaricia, la Envidia, la Ira, como decía mi admirado Fernando Diaz-Plaja.
Pues si.
Hacen falta mas iniciativas como las de Delta en este país.
Con unos salarios para los pilotos que van desde 112,000$ hasta 493,000$ la subida que ha hecho entre sus trabajadores es de una media de algo mas del 14%. Un poco lejos todavía del 40% que se propone.