En este mundo existen, han existido y existirán los seres humanos escalera, sin ellos los mediocres no se aprovecharían de ellos para llegar a conseguir aquello que persiguen en su vida. Cuando llegan a conseguir su objetivo, se limitan a quitar esa escalera sin reparar en medios para que nadie pueda utilizarla y llegar a hacerles sombra en el futuro, sin mirar atrás sin guardar el mínimo recuerdo de gratitud hacía la persona que los ha encumbrado, personal y profesionalmente.
Me comentaban recientemente algunos profesionales del transporte aéreo, que la aviación ha cambiado mucho. Han cambiado las personas fundamentalmente, eso es lo más importante, así como la forma de ver el negocio aéreo, y algunas de ellas han utilizado al hombre escalera para llegar dónde hoy están, y a continuación destruyendo a esa persona para que a través de él no pueda subir nadie más.
Algunos son hoy en día empresarios reputados, no solo del sector aéreo sino de otros muy diversos dentro del sector turístico, pero sus empresas en general carecen de empatía con sus propios empleados, o en algunos casos exhiben sin el menor rubor un despotismo increíble.
Que pena acceder al final de la escalera para llegar hasta dónde deseaban y no darse cuenta de lo que son en realidad.
Una observación importante de los que utilizan este sistema del hombre escalera es debido a la cantidad de imbéciles que hay en el mundo, que es tan elevado que hasta a mi me sorprende. Esta utilización de hombres escalera por parte de necios me llama la atención, porque muchos de ellos ocupan posiciones de prestigio y de notable poder, por lo que ejercen una influencia notable sobre las vidas de sus semejantes.
En fin, la inteligencia intimida y desencadena la agresividad de quien no la posee o está menos dotado, por este motivo los menos dotados necesitan desesperadamente la inteligencia del hombre escalera, porque es la única forma de que el imbécil sobreviva, mientras el genio se extingue.
A esas personas yo les llamo sencillamente "trepas".
Trepas, trepas, y hay muchos. La ventaja del hombre escalera es que, si tiene un poco de experiencia, se da cuenta, se quita el solo y se va a otro lado (generalmente pueden hacerlo sin ningún problema) y el trepa se la pega bien pegada, porque el trepa no tiene capacidad de cambio (no vale y ha invertido demasiado tiempo, oportunidad y energía en la escalera); no se la pega inmediatamente, pero si después del tiempo necesario para que la naturaleza ponga al trepa en su sitio. Es muy diver ver cómo se dan la hostia. Por cierto, en política hay tantos de estos individuos, y hablo de todos los partidos en general, que deberíamos asignar la palabra "trepa" como sinónimo de "político".
A mi me gustan las sociedades escalera donde cualquiera si vale se le escucha, valora y hace subir y este cuando llega no olvida de donde y como vino y sigue pasando el testigo del sistema.
No hay más que ver como retratan las películas italianas y españolas a los jefecillos y funcionarillos endiosados por sus carencias....
Ya lo dice también la psicología y refranero dime de que presumes y te diré de que cojeas.
Y asi nos va, cojeando es poco, ya casi sin andar como país.
Vaya empanada mental que tiene el literato.