En tiempos desesperados se requieren medidas desesperadas. Soy un defensor de los cielos abiertos a nivel mundial, pero me llama mucho la atención la política que sigue Norwegian Air, porque me cuesta entenderla.
Cielos abiertos, sí sin lugar a dudas pero ¿está la compañía preparada para tamaña expansión? No solo hablamos de larga distancia desde Europa a Estados Unidos, sino desde este país a Guadalupe y Martinica y ¿qué más? ¿Cuál es luego el siguiente paso? Será que me vuelvo viejo y tengo cataratas pero no solo su expansión es Europa, debe también ser América. Demasiados frentes, demasiados retos, ¿qué hay detrás de todo ello?
Para convencer a las autoridades americanas Norwegian Air Internacional está prometiendo utilizar sólo las tripulaciones de Europa y América en sus vuelos transatlánticos en un intento por impulsar la aprobación del US DOT en su solicitud de permiso como compañía aérea extranjera.
El Departamento de Transportes americano tiene su solicitud para ese permiso de transportista extranjero atrapado en el limbo desde finales de 2013. Norwegian Air Internacional está dispuesta a comprometerse a usar sólo los pilotos y las tripulaciones europeas y estadounidenses en sus vuelos transatlánticos.
La aerolínea ha anunciado nuevas rutas desde Boston, Baltimore, Washington DC y Nueva York a las islas Guadalupe y Martinica, todos con conexión Wifi gratuita y desde 79 dólares el vuelo. En la actualidad opera 25 rutas sin escalas desde los EE.UU. a Londres y Escandinavia.
En el marco del acuerdo de transporte aéreo entre Estados Unidos y la UE, Noruega puede volar desde países de la UE, Islandia y Noruega a los EE.UU. y sus territorios. El nuevo servicio de los EE.UU. a Guadalupe y Martinica es permisible porque estas islas del Caribe son los departamentos de ultramar de Francia.
Como una ráfaga, la oposición a la solicitud de las aerolíneas estadounidenses grandes y sindicatos estimulados por problemas de competencia no se ha hecho esperar.
Quienes se oponen a la petición de Norwegian para una licencia de operador extranjero de Estados Unidos han denunciado que la compañía aérea contrata a sus pilotos y auxiliares en varios países asiáticos pagando salarios muy por debajo del mercado.
Aunque Norwegian Air no contrata a los pilotos y la tripulación por cuenta propia pues “ha utilizado regularmente los servicios de las agencias de empleo para la contratación y prestación temporal de las tripulaciones” ahora promete en una carta su presidente que los pilotos pasarán a formar parte de la plantilla de Norwegian Air. No está claro si esta concesión será suficiente para persuadir al DOT para aprobar la solicitud.
Sigo sin entender nada. Trabajas con agencias en la contratación de tus tripulantes, pero para conseguir el permiso del DOT se plantean, pasado un periodo, que sus tripulantes pasen a formar parte de la matriz de Norwegian Air.
En pocas palabras un rumbo errático cambiando de estrategia porque en tiempos desesperados hay que tomar medidas desesperadas, pero toda esta historia de Norwegian Air ¿tiene pies o perdonen “cabeza”? Yo sinceramente creo que no, salvo que alguien, me lo explique. Vuelvo a un tema muy manido pero lo barato sale caro y lo caro a veces barato, solo a veces porque si quieren competir con los tres grandes de Estados Unidos, necesitarán mucho más que ideas.
Perdonen que pregunte: ¿Por qué no hacer bien primero la estabilidad del negocio europeo, luego el americano, luego el Caribe, luego Asia, luego las antípodas? Todo a la vez me parece que es de una falta de rigor empresarial absoluta y querer pagar con cacahuetes a sus tripulantes, me parece inaceptable.
Norwegian Air suerte, mucha suerte porque la necesitarán.
Yo por mi parte me aplico lo que dijo Antoine de Saint Exupery: “Es mucho más difícil juzgarse uno mismo, que juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente serás un verdadero sabio”. Y yo desde luego no lo soy.
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