Estas letras están dedicadas a todos aquellos que trabajan en el aeropuerto, ya sea Jefes de Escala, o simplemente están en primera línea de un aeropuerto, es la primera imagen que tiene un cliente de la compañía aérea, también a los que despachan los aviones.
Con mi mayor cariño para la familia de Diego Cubes Segura, Jefe de Escala de Air Europa en Valencia, que ha despachado su último vuelo recientemente al fallecer en un trágico accidente. No nos ha abandonado mientras permanezca en nuestros corazones, Hasta siempre Diego.
Estoy camino de mi trabajo, hoy he madrugado mucho, como todos los lunes. Mientras conduzco recuerdo con ternura la fugaz visita que hice a mis hijas mientras ellas dormían, pero sin darme cuenta mi pensamiento se desvanece al recordar que hoy debo atender cuatro aviones, con una diferencia entre unos y otros de diez minutos; me preocupa que alguno pueda salir con retraso. Hay ocasiones en que he llegado a pensar que estoy obsesionado por mi trabajo, pero siempre pesa más en mi la idea de que en el trabajo debe uno poner lo mejor de sí mismo. Sin darme cuenta he llegado al aparcamiento del aeropuerto, entre pensamientos y gracias al poco trafico que he encontrado, me ha parecido el trayecto mucho mas corto de lo usual. La distancia que debo recorrer desde mi coche al edificio terminal no es mucha, pero siempre contemplo por unos momentos ese edificio de cemento y hierro que nunca descansa y que parece que tiene vida propia. La entrada al recinto siempre es igual, saludo a los compañeros que llevan toda la noche cumpliendo con su turno y después al llegar a mi oficina me doy cuenta de que alguien se me ha adelantado. Es uno de mis compañeros, que me ha dejado una nota: “Estoy en facturación”, solo me queda esperar la llegada de los aviones mientras me dirijo a recoger la información meteorológica, me viene a la cabeza la idea de que entre un supervisor de trafico de una línea aérea y una carrera de ciclista a contra reloj existe un gran paralelismo. Cuando un avión llega y debe volver a salir, ya que el tiempo corre siempre resolverlos en un espacio de tiempo muy breve y siempre las consecuencias de esa decisión deben ser las correctas para que no puedan entorpecer la salida del avión que esta atendiendo.
Tal vez por eso haya sentido siempre un gran respeto y admiración hacia todas aquellas personas que pertenecen al Departamento de Tráfico de una empresa aérea, ya que la tarea que desarrollan es dura en muchas ocasiones pero también hay que reconocer que es de las más fascinantes.
Por eso tal vez en algunas ocasiones suelo recordar con nostalgia aquellos momentos de tensión y trabajo junto a todos mis compañeros, porque dejaron una profunda huella en mí.
¿Qué dice?