Volar, placer, pánico

Ahora las compañías aéreas presumen de la juventud de los pilotos que han alcanzado el nivel de Capitán o Comandante, como quieran llamarlo. Las compañías low cost y, por qué no decirlo, las legacy han entrado en una espiral cuyo resultado final nadie se atreve a predecir pero que, seguro, es preocupante.

Se han terminado los tiempos en que los pilotos alemanes solo podían volar en Alemania, o los españoles en España, se acabaron las fronteras a nivel casi mundial, aunque quedan algunas reminiscencias en algunos países, que andan treinta años atrás de la actual aviación.

No pretendo con el titulo de este artículo amedrentar a nadie, porque no hay motivo. Simplemente es lo que muchos pilotos dicen o comentan en alguna ocasión cuando acaban de operar vuelos con grandes turbulencias, tormentas, problemas técnicos, o tras estar sometidos a grandes presiones. Hay muchas clases de trabajos y muy duros, pero el del piloto es uno de ellos. Los pasajeros han llegado a su destino sin mayor inconveniente pero ajenos muchas veces a lo que ha tenido que sortear la tripulación técnica o auxiliar del vuelo.

Estamos entrando en una situación dónde las previsiones de pilotos necesarios en los próximos años por parte de las líneas aéreas puede alcanzar los 20.000 y las de TCPs, según los ultimos informes, las 865.000 personas. Estamos en un punto en que las autoridades deberían estudiar la posibilidad de alargar a los pilotos interesados su edad de retiro; en Estados Unidos se está contemplando la posibilidad de poder retirarse a las 67 en lugar de los 65. Con el fin de que sigan aportando experiencia y preparación a los jóvenes que vienen.

Otro aspecto a estudiar es la instrucción de los jóvenes pilotos: deben tener una formación más acorde con las funciones que van a desarrollar y sobre todo adaptada a lo que deberán afrontar. Hoy muchos jóvenes pilotos o primeros oficiales se centran en confiar en la máquina, en lo que dicen los instrumentos LCD, en despegar y, antes de que el tren de aterrizaje se haya retraído, conectar el piloto automático. No se vuela en manual. A la larga, estas técnicas que han aprendido estos jóvenes pilotos solo pueden acarrear problemas, y en alguna ocasión serio.

¿Quién es el responsable de todo esto? Hay muchos factores, pero las compañías tienen mucha culpa.

Mención especial merece la situación de Ryanair y su samurai, Michael O'Leary. Su política de personal, el trato a su personal de tierra sea subcontratado o no, a sus pilotos o tripulantes de cabina, es inaceptable, y de seguir con su actitud prepotente, en especial con su colectivo de pilotos que son los que vuelan los aviones, creo que las consecuencias son imprevisibles.

Esta bien ser frikie, pero los de Ryanair quieren hacer pasar por el aro a clientes, pilotos y resto de personal. Me parece bien que cada piloto se mueva de una empresa a otra con total libertad, sobre todo si se marcha de una empresa donde su libertad, es limitada o controlada, Y sobre todo tiene el derecho de irse allí dónde pueda mejorar su poder adquisitivo y tenga una mayor relación de calidad de vida.

No lo olviden los pilotos: en las empresas aéreas, el poder o una considerable parte del mismo está en sus manos, junto a sus compañeros TCPs, TMA, facturación, despacho de vuelos, carga y descarga, y ese poder puede conseguir convertir una linea aérea en una gran compañía aérea. De cualquier forma yo he conocido a directivos, que basan su estrategia del personal, en usar y tirar.