Recientemente escribí unas letras sobre el CEO de Wizz Air porque hizo un análisis que francamente me pareció digno de publicarlo, lo encontré simpático y que refleja en manos de quien está el transporte aéreo en Europa.
Joszef Varadi, quien proviene de dirigir grandes superficies, al producto low cost lo llama mercancía. Vamos que los pasajeros somos carga o mercancía. Entre los sinónimos de mercancía figuran: artículos, efectos, existencias, género, mercadería.
Hay mucho gilipollas por el mundo, pero mercancía es el colmo para un pasajero que tiene la suerte o desgracia de volar con esas líneas aéreas que bajo el escudo de Patente de Corso de low cost, o si lo prefieren colocarse por encima de cualquier otra aerolínea, están estos caballeros, que dicen por activa y pasiva que con sus precios puede volar cualquiera.
No voy a entrar en sus tarifas, sino en sus subvenciones. Menciona el Sr. Varadi, que ellos son como Wallmart. Sr Varadi, Wallmart se subvenciona de sus proveedores y si no que se lo pregunten a LEGO que perdió un 20 % del valor de sus acciones, después de una entrada en Wallmart, apoteósica para que vendieran sus productos.
Las compañías que compiten en el mercado europeo y hablo en general se subvencionan primero de sus empleados, luego de las ayudas de Diputaciones o regiones despistadas. No dan nada, solo una sonrisa y en la mayoría de los casos ni llegan a ese nivel. Se subvencionan de los servicios complementarios que pagan los pasajeros.
No hay ninguna que conozca que se presente en BP y les proponga que si quieren cargar de gasolina sus aviones el precio debe ser tal o cual. Simplemente hay una negociación de volúmenes y a correr que son dos días.
Que los números de estas compañías no son rojos, tampoco lo son los de las compañías "anciliary", como por ejemplo Iberia, Emirates, Qatar y otras muchas más, todas quieren ver la sonrisa en los labios de sus accionistas. Nadie pierde dinero porque sí..
Manifiesta el Sr. Varadi, que hay reversiones del mercado. ¡Claro como en las grandes superficies, y en todas las esferas de la economía!
Los que llevamos años en este sector sabemos y somos conscientes de que los métodos de antaño no sirven para los actuales, cuando estamos en la era de las redes sociales.
Las compañías europeas de bajo coste tienen un límite y no es otro que parar de crecer, todas tienen el pie en el acelerador, si bajas la velocidad o te paras te mueres. Así de sencillo y complicado es este agresivo mundo aeronáutico.
El transporte aéreo -y lo he dicho muchas veces- tiene cantidad de bastardos, resentimiento, orgullo, estupidez e inteligencia. En general, la inteligencia es lo que suele imperar en el mismo. Pero a veces, y solo a veces, el resentimiento es como tomar uno mismo veneno en un vaso de agua y esperar a que el otro muera.
Todo esto me lleva a pensar con respecto a muchas de estas compañías, que en la vida no eres lo que te llaman, sino lo que les contestas y gracias a que muchos de los que dirigen compañías aéreas, saben lo que tienen que contestar o guardar silencio. De lo contrario les recomiendo que lean el estudio de Devin Liddell, sobre POPPI, la compañía aérea virtual.
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