Se ha sabido ahora pero el pasado 30 de mayo, se presentó ante los jueces del distrito norte de California una demanda contra Delta Airlines por afirmar falsamente que era “la primera aerolínea no contaminante del mundo” (neutral en la emisión de carbono).
La demanda afirma que hay tres motivos para su presentación: primero, que se han violado los derechos del consumidor; segundo, por publicidad engañosa; y tercero, por prácticas fraudulentas e ilegales en la acción comercial. Cada denuncia acude a una ley en concreto: la de derechos del consumidor, la de buenas prácticas profesionales y la de buenas prácticas comerciales.
La demanda sostiene que Delta mintió al exagerar desmesuradamente su política de compensación de emisiones, porque nunca dijo que no emitiera carbono, sino que compensaba sus emisiones con la reducción de carbono de la atmósfera, hasta hacer neutra su contaminación.
Los datos falsos de la reducción de CO2 son los siguientes, según la demanda: una contabilidad inexacta; la reducción de CO2 no es tal porque era un CO2 que, aunque Delta no hubiera suscrito el programa, se iba a dejar de emitir; en el mejor de los casos, las emisiones se compensarán después de décadas; y, finalmente, la concreción de estas reducciones de CO2 depende de muchos factores no controlables hoy en día.
La demandante dice que pagó un precio adicional en Delta por estos billetes, pero que al final resultó engañada.
Ya conocen la cultura de las demandas judiciales en Estados Unidos, de manera que tampoco el acusador está libre de sospechas. Los jueces tienen la palabra.
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