Es un asunto exclusivamente interior, que ya se venía viendo venir. Pero este lunes se supo que el domingo se batió el récord histórico de viajeros de avión en un día en Estados Unidos, con 2,9 millones.
Y este récord, encima, tuvo lugar con un frente frío cruzando el país, lo que provocó varias nevadas. Sólo tres vuelos fueron cancelados en el aeropuerto de Chicago O’Hare. En los dos días de Acción de Gracias se registraron 4,8 millones de pasajeros, con el domingo batiendo el récord.
La patronal de las aerolíneas americanas, Airlines for America, dijo que creía que, en total, desde el 17 al 27 de noviembre, podría llegarse a los 29,9 millones de viajeros, con un aumento del 9 por ciento sobre el año anterior, y muy por encima que antes de la pandemia.
Esta vez, en contra de lo que era más habitual, todo funcionó correctamente: el gobierno incorporó nuevos controladores, abrió nuevas rutas en la costa este y las compañías ampliaron sus plantillas en los aeropuertos, de forma que, aunque hubo algunos problemas, se puede considerar que toda la operación fue un éxito.
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