Varias aerolíneas punteras de Estados Unidos han decidido dejar en tierra parte de sus flotas después de que se haya descubierto que el escándalo de las piezas falsas en sus motores es más grave de lo pensado (Más aerolíneas descubren que usan repuestos falsos, no fiables).
El problema es que ahora General Electric ha presentado demandas en los juzgados contra AOG Technics, la compañía proveedora de esas piezas, con certificados de autenticidad falsos. Hasta el momento, se han descubierto 126 motores que contienen este tipo de piezas, lo que supone al menos 65 aviones. Los motores afectados son los CFM56, habituales en muchos aviones de corto y medio radio.
Delta es la última aerolínea afectada, después de que se conocieran los casos de American, United y Southwest. Estas tres últimas han confirmado que han paralizado aviones porque si llegara a haber un accidente con estos aviones, una vez se sabe que las piezas eran falsas, o al menos los certificados son fraudulentos, las consecuencias serían devastadoras para los propietarios de los aviones.
Muchos de estos motores fueron producidos por General Electric (con Safran de Francia, uno de los fabricantes de este popular motor), por lo que ha presentado esta demanda. La demanda dice que AOG falsificó los certificados y usó las fotos de sus empleados obtenidas en LinkedIn. Los documentos muestran que José Zamora Yrala es el único propietario de AOG, la empresa acusada. Zamora es un empresario muy joven, nacido en 1988. Los jueces de Londres, donde se está viendo el caso, han ordenado a la empresa que entregue toda la documentación.
Algunas investigaciones periodísticas han demostrado que la mayor parte de los técnicos que AOG dice tener en plantilla nunca han trabajado para ellos y que han usado fotos de la Red para simular su implicación.
Todo esta torcido en este mundo.
Bueno, lo cierto es que hizo lo que se hace habitualmente en su país de origen. Allí eso es normal.
En el resto de países del mundo desarrollado nos escandalizamos.