Las gestiones del Gobierno de Sánchez para convertir el aeropuerto de Ciudad Real en un refugio de inmigrantes ha reavivado el debate sobre el despilfarro que supuso gastar cientos de millones en instalaciones aeroportuarias que han tenido que reconvertirse para ser mínimamente rentables.
En el caso del aeropuerto de Ciudad Real, costó 450 millones de euros y fue financiado con dinero privado. Inaugurado en 2008, se planteó como una alternativa a la congestión de Madrid-Barajas. El proyecto fue un fracaso y el aeropuerto dejó de recibir tráfico aéreo comercial en 2012, si bien el número de aviones que recibía a diario en ese momento era irrelevante. En la actualidad sólo registra algunos vuelos privados y aviones que se estacionan durante meses para mantenimiento o desguace. El aeropuerto de Ciudad Real ha sido un negocio ruinoso para sus promotores, que actualmente adeudan 6 millones a la Agencia Tributaria.
Si finalmente el Gobierno decide reconvertir el aeropuerto de Ciudad Real en un centro de acogida de inmigrantes, sus dueños podrán rentabilizar parcialmente las instalaciones. Desde el Ministerio de Igualdad señalan que las instalaciones solo se utilizarían para estancias cortas.
El de Castellón está considerado otro de los aeropuertos fantasma que existen en la geografía española. Fue inaugurado en 2011, pero no tuvo tráfico comercial hasta tres años después. En este caso sí se trata de un aeropuerto público ya que fue impulsado y está gestionado por una empresa pública adscrita a la Generalitat Valenciana. Sin embargo,los movimientos que registra son irrelevantes y de momento el tráfico no compensa los 150 millones de euros invertidos. En 2023 utilizaron el aeropuerto de Castellón apenas 300.000 pasajeros. Arecoas quiere que el aeropuerto de Castellón pueda alcanzar una veintena de rutas en un plazo de tres años, pero asumen que el objetivo es muy difícil de alcanzar.
El aeropuerto de Lleida es otro de los proyectos fallidos. La Generalitat de Cataluña decidió invertir 90 millones en estas instalaciones, que fueron inauguradas en 2010, pero a los pocos años se empezó a diversificar el negocio por la falta de tráfico aéreo. En 2023 apenas tuvo 31.000 pasajeros, lo que supone una media de 85 usuarios al día. En la actualidad es un centro de formación de pilotos y recientemente el aeropuerto ha instalado un espacio de producción de hidrógeno para buscar un nuevo uso ante la falta de pasajeros.
El de Córdoba es otro ejemplo de aeropuerto fantasma. Propiedad de Aena, entró en funcionamiento en 1958. En septiembre ha sido utilizado por 651 pasajeros, pero el tráfico aéreo durante casi todo el año es irrelevante, sobre todo cuando se acaban los vuelos entre la ciudad andaluza y los principales destinos turísticos nacionales como Mallorca o Canarias. Ante la imposibilidad de crear nuevas rutas, sobre todo el invierno, el aeropuerto se centra casi de manera exclusiva en las escuelas de aviación, los vuelos de los hospitales, del 061 o de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). (Tras 16 años, un avión con pasajeros llega a Córdoba)
El aeropuerto de Huesca también es propiedad de Aena, que invirtió 40 millones en las instalaciones. Se inauguró en 2007 y se encuentra en la cola de tráfico aéreo de toda España. Sus cifras son dramáticas. El pasado año fue utilizado por 276 pasajeros, lo que da una media de 0,76 usuarios al día. Cuenta con 14 empleados y Aena no consigue alternativas para frenar la sangría económica que supone mantenerlo abierto.
El aeropuerto de Teruel fue impulsado conjuntamente por el ayuntamiento de la ciudad y por el Gobierno de Aragón. Se construyó para el tráfico comercial y potenciar el turismo en los Pirineos, pero se ha conseguido rentabilizar como gran aparcamiento mundial de aeronaves. El aeropuerto recibe aviones de las principales compañías del mundo ya que que las instalaciones se encuentran en una zona idónea climatológicamente para que las aeronaves puedan permanecer durante meses en el dique seco. Se ha conseguido crear una actividad económica con el mantenimiento y desguace de los aviones que hacen del aeropuerto de Teruel un negocio muy rentable. (Los cementerios de aviones, repletos de A380, B747 y B777)
Asiana volará con el A380 a Barcelona por el ‘Mobile’
Aeropuertos fantasma: nuevos usos para rentabilizar el despilfarro
Moda en la India: 19 amenazas de bomba a la aviación en 3 días
Mundiplan paga a las agencias más del doble que Mundosenior
Grave incidente en Barajas: “La tragedia estuvo realmente cerca”
Estos aeropuertos han sido construidos por PP/SOE para lucrarse con mordidas millonarias. Todos sabíamos q aeropuertos como el de Ciudad Real o Castellón iban a ser auténticos fiascos. Políticos mafiosos al servicio del hampa con cuentas en paraísos fiscales.
Pues en esas seguimos 20 años después. Ahora con mordidas por compra de mascarillas….
En Ejpaña nada cambia….
Ya está bien de seguir incluyendo al aeropuerto de Castellón en este tipo de listados. Se puede criticar todo lo que se quiera su motivación y su construcción, pero por suerte se ha sabido encauzar. Esos "apenas" 300 000 pasajeros son más que los de otros 15 aeropuertos de Aena, así que nada de aeropuerto fantasma.
El aeropuerto de Teruel no se construyó para uso comercial y menos para acercar viajeros a los Pirineos. Se construyó con el objetivo que cumple actualmente.