Ávoris cerró Wakalua pero su exdirectora la mantuvo operativa

La startup turística Wakalua sigue dando que hablar y escribir pese a estar inoperativa desde hace poco más de cuatro años. Esta plataforma genera una catarata de noticias por los vínculos que tuvieron con ella la mujer del presidente, el ex CEO de Globalia y el secretario general de la OMT, al igual que el mayúsculo comisionista y exasesor de Air Europa, Víctor de Aldama, presente en todos los casos de supuesta corrupción y tráfico de influencias surgidos a raíz de la trama Koldo. Aldama es el factótum del entramado de casos que se dirimen en los juzgados (Una exdirectiva de Globalia asegura que Javier Hidalgo “tenía línea directa” con Begoña Gómez).

Libertad Digital publica hoy que Leticia Lauffer, la alta ejecutiva de Wakalua, hizo gestiones desde la plataforma para conseguir que Air Europa transportara mascarillas a pesar de que ya no estaba operativa. Lauffer, asesorada por el equipo jurídico de Globalia —según ha sabido Preferente—, manifestó en la comisión del Senado que Wakalua cesó en sus actividades tras la fusión de Halcón y Travelplan con Ávoris. Fuentes del conglomerado emisor del Grupo Barceló han confirmado a nuestro digital que, en efecto, la startup está “guardada en un cajón de un directivo de Ávoris desde hace más de cuatro años” (Globalia duplicó precios por transportar mascarillas a Baleares).

Lauffer utilizó el nombre de Wakalua con el propósito de hacer negocios con el transporte de mascarillas a través de Air Europa, según una denuncia a la que ha tenido acceso el periodista de tribunales de LD, Miguel Ángel Pérez. La exdirectiva de Globalia declaró con énfasis en la comisión del Senado que ella no tuvo nada que ver con el caso de las mascarillas, argumento desmentido por el denunciante en una querella muy documentada. La controversia con la plataforma turística va continuar acaparando titulares porque, según ha sabido Preferente, hay más informaciones sobre la compañía que fue impulsada por Begoña Gómez, Javier Hidalgo, Zurab Pololikashvili y el nexo de todos ellos, Víctor Aldama.