Boeing ha concluido las negociaciones para volver a comprar Spirit, la empresa de Wichita fabricante de los fuselajes de muchos de sus aviones, que había sido parte de Boeing y que fue externalizada. Pero ahí aparece el problema económico: el gigante está en crisis porque su valor en Bolsa, que en 2023 había caído un 15 por ciento, este año se ha hundido más de un 30 por ciento, lógico con tanta noticia desastrosa (Boeing: las diez aerolíneas más afectadas por su crisis).
Spirit vale unos 4 mil millones de dólares, según el valor en Bolsa. La compañía americana tiene suficiente potencia para abordar la operación, pero hoy la situación empieza a ser delicada porque no hay ingresos debido a los retrasos en la fabricación y los cuantiosos costes de reconducción de la producción (Boeing negocia comprar Spirit, el fabricante de sus fuselajes).
En el primer trimestre de este año, las entregas de aviones 737 alcanzaron las 67 unidades frente a las 113 del mismo periodo del año pasado, que no había sido bueno. Boeing espera para septiembre poder fabricar 42 aviones mensuales de este modelo, en un lento proceso de recuperación de la normalidad.
Mientras tanto, el valor de la compañía sigue bajando diariamente, aunque los especialistas creen que es posible la recuperación de la normalidad en no menos de un año.
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