El expresidente de Paradores diseña la campaña agreste de Sánchez

La presidencia de Paradores estuvo en manos de Óscar López hasta julio de 2021. Antes había ocupado altos cargos dentro del partido socialista. Pedro Sánchez lo defenestro por discrepancias de enfoque estatal. Tras la caída de Iván Redondo, el presidente del Gobierno lo recuperó para el proyecto socialista nombrándole jefe de gabinete. López paso del retiro dorado de Paradores (alrededor de 300.000 euros de sueldo) al de persona de máxima confianza: jefe de gabinete. Otro político defenestrado por Sánchez, Antonio Hernando, también fue recuperado para la Moncloa. Hoy los tres deciden los destinos del PSOE y de las elecciones del 23J.

Óscar López no tenía el más mínimo conocimiento del sector turístico cuando accedió a la presidencia de Paradores. Su antecesora, Ángeles Alarcó, ex mujer de Rato, tampoco era una experta en turismo. La cadena de hoteles del Estado es un refugio de políticos o amigos de los dirigentes. López duró poco tiempo, le pilló la pandemia y en pleno COVID llegó a sacar pecho de los resultados de la red de la hotelera estatal. Esta es una cadena que recibe anualmente subvenciones a fondo perdido de la empresa pública de la que depende: Turespaña (Pedro Saura, el 'numero dos' de Abalos, nuevo presidente de Paradores).

La terna formada por Sánchez, López y Hernando es la que decidió en la mañana del 29M, 15 horas después del cierre de las urnas, adelantar las elecciones al 23 de julio. El presidente del Gobierno tomó con sus ahora íntimos compañeros la trascendental decisión de convocar elecciones. La tripleta monclovita obvió al comité federal y anunció el adelanto sin previa consulta con el Rey, tal como marca la ley y la norma más elemental. Sánchez, antes de acceder al poder, siempre estuvo por debajo de López y Hernando en el organigrama del PSOE. Pero a ambos los superó en carisma, agresividad, falta de escrúpulos…y guapura.

El expresidente de Paradores y Antonio Hernando, a quienes se les tenía como políticos moderados, acabaron subyugados por Sánchez y ambos se montaron en la grupa del sanchismo feroz. En el libro Caudillo Sánchez se retrata milimétricamente a López. Un amigo de la autora del libro, Rosa Díez, se encuentra en la embajada de Francia y hablan sobre el presidente de España al poco de que rompiera con Sánchez.  “Pedro nos va a llevar a la ruina”, le comentó López al amigo de Díez. Pocas semanas después fue nombrado presidente de Paradores. El amigo le escribió entonces un whasapp recordándole lo que había dicho sobre el líder. Nunca le contestó el recién nombrado presidente de Paradores. Hoy es jefe de gabinete de la máxima autoridad política de España.