El divorcio entre la Unión Europea y Reino Unido, visto en un primer momento como una amenaza para el turismo, tiene, al menos por el momento, un impacto nulo en el destino España. Es más, el peso de este emisor muestra una tendencia al alza, lo que podría tener su explicación en el mantenimiento de determinadas restricciones en determinados destinos de larga distancia, lo que reduce las opciones de viaje (Benidorm: el auge del turismo británico impulsa la reapertura de hoteles).
Los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al pasado junio reflejan la dependencia creciente del mercado británico. Acapara en dicho mes el 24,3% de las entradas de turistas internacionales, frente al 22,7% que alcanzó en el mismo periodo de 2019, antes del estallido de la pandemia y de que el Brexit se hiciese efectivo. De los 7,4 millones de viajeros extranjeros que han visitado España en junio, 1,8 millones procedían de Reino Unido.
Algo similar ocurre con las otras dos grandes potencias emisoras. Alemania pasa de aportar el 14,6% de los viajeros internacionales (en junio de 2019) a representar el 15,2%. El peso de Francia, por su parte, sube del 10,8% al 11,6% en el mismo tramo del año.
No obstante, este creciente dominio de los tres primeros mercados, que acaparan en junio más de la mitad de las entradas de turistas internacionales, previsiblemente se irá corrigiendo a medida que se levanten las restricciones a los viajes a nivel mundial.
Gastan más que franceses e italianos
¿Es tan negativa la dependencia del mercado británico? Aunque en muchas ocasiones se le asocia única y exclusivamente con el turismo de borrachera y los excesos, su aportación es crucial para el destino España y, por ende, para la economía del país (Baleares: la ley contra el turismo de borrachera indigna a los británicos).
Y pese a lo que muchos puedan creer, la aportación económica de estos viajeros no dista mucho de la efectuada por otras potencias emisoras. Un británico gasta de media 1.078 euros, con un desembolso diario de 158 euros. Pues bien, un alemán destina 1.103 y 148 euros, respectivamente; un nórdico 1.246 y 159 euros; un francés 733 y 130 euros; y un italiano 792 y 147 euros.
Incluso en este digital he visto muchos comentarios de quien dice que no vengan más. Si que vamos sobrados de riqueza por aquí.
Que se queden en su casa. Te vale?
El mejor cliente en el Sur de Tenerife es sin duda el británico. Por educación, generosidad y trato correcto y amable con los trabajadores que les atienden. El trabajador canario se ha rendido, ha sacado la bandera blanca ante los buenos modales de estos turistas. Por supuesto no podemos esperar la misma propina de un matrimonio adulto que de una familia con niños pero el respeto que recibimos sí es exactamente en mismo. El sur de Tenerife tal vez no sea el mejor lugar para vivir pero desde luego es muy probable que sea el mejor lugar para trabajar por el privilegio de estar continuamente en contacto con estas personas y por ende, ir empapandote de esa forma de ser que sin duda es la más avanzada de los 195 países que conforman el mundo.
Y después sonó el despertador a las 4 a.m para ir a trabajar y servir el desayuno.
Para ir a servirles el desayuno no, para ir a buscarles al corazón de las tinieblas, a Verónicas, el Magaluf tinerfeño. 40 euros me dio una vez un inglés sin dinero por fiarme de su palabra de que regresaría de la habitación del hotel a pagarme una carrera de cuatro y pico. Lo peor que me han hecho ha sido sólo ponerse a cantar el himno del Liverpool o del Manchester. Y sólo una vez en el último año. Un respeto, por favor.
Vaya, vaya…. Muchos que comentáis por aquí deberíais de volver a la cueva.
Muchos? Hay 2 comentarios y el tuyo, 3 en total. Con el mío, serán 4.
España quiere turistas británicas? Eso es noticia. Lo que quiere España es que envíen el dinero pero que se quedan en sus casas.
Como somos ángeles aquí, que no bebemos, que no dedicamos al cultivo de María, que no pinchamos a las chicas en las discotecas….
Quieren sacar a él que les da de comer, recuerden que España vive del turismo y los británicos les gusta mucho España hablan muy bien de su gastronomía y de lo lindo que es España
Sigan apoyando pobreza y malas condiciones laborales. Los turistas no tardarán mas de 10 o 20 años en cambiar de hábitos y de destino sino cambiamos la forma de ver al turista, no son rebaños de ovejas. Más no es mejor y viendo lo de este verano la gente preferirá viajar a lugares mucho menos masificados y eso producirá una desestacionalizacion o la pérdida de dichos turistas.